El Ayuntamiento de Reus ha licitado la redacción del proyecto de transformación urbanística y creación de nuevos equipamientos en el barrio del Carrilet. El anuncio contó con la presencia del alcalde, Carles Pellicer, y la vicealcaldesa, Noemí Llauradó, lo que lo convirtió en una especie de apertura del curso político municipal, dada la envergadura de la iniciativa y los objetivos que se fija: dar un impulso social y económico a la zona sur de la ciudad; transformar el área para potenciarla y mejorar las condiciones de vida, con un impacto de largo alcance; generar una zona clave para la conexión norte-sur de la ciudad; fomentar una red de comercio urbano; proyectar un equipamiento con mucha vida cotidiana que aporte cohesión social al barrio; impulsar una nueva estación de autobuses con vocación intermodal... Muy ambiciosos, sin duda, o quizá habría que decir aventurados.
En cualquier caso, estos y más son los criterios que rigen el pliego de cláusulas, con lo que estamos ante un proyecto que podemos calificar de legislatura, aunque los plazos previstos y el calendario político lo convierten más bien en el probable proyecto estrella del próximo mandato, si el gobierno que salga de las municipales de 2023 mantiene el compromiso de ejecutarlo.
Concreciones
La materialización del plan promete generar debates y polémicas interesantes cuando sepamos cómo será ese lugar de encuentro «con espacio de mercado dedicado a la venta y degustación de producto fresco y de proximidad»; o la sala polivalente para espectáculos; o el espacio educativo y de creación. Aun así, la incógnita más sugestiva es si estas actuaciones serán capaces de convertir el Carrilet en un nuevo polo de atracción y revertir los problemas de fondo que sufre el barrio, muchos de los cuales son más globales que locales.
Lo indiscutible es que el proyecto es una apuesta por crear una nueva centralidad al sur de la ciudad. Y no es la única en cartera, con lo podría decirse que el futuro de Reus está girando hacia ese punto cardinal.
Recordemos que la obra de mayor envergadura prevista a corto plazo, el centro acuático y de fitness, se ubicará un poco más al sur, junto al Pavelló Olímpic. El pleno del Ayuntamiento aprobó el pasado mes de abril la adjudicación del contrato de concesión a la empresa Dúo Spa & Sport SLU, que será la responsable de su diseño definitivo, construcción y gestión. El complejo, promovido mediante un modelo de colaboración público-privada, contará con piscinas cubiertas y gimnasios que ocuparán 5.000 metros cuadrados edificados.
Con todo, serán las infraestructuras relacionadas con la movilidad las que pueden tener una mayor incidencia en la evolución del sur de la ciudad. La más determinante, sin duda, será la Estación Central Intermodal en el cruce entre la línea férrea convencional Tarragona-Reus y la de alta velocidad del Corredor del Mediterráneo, situado junto al barrio de La Plana de Vila-seca, vecino de los del extremo sur de Reus. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha encargado recientemente el estudio informativo de la futura estación a la sociedad estatal Ineco, con lo que el proyecto, fruto del consenso territorial, sigue avanzando en su tramitación. Si se cumplen las previsiones, las obras deberían estar en marcha en 2026. El número de usuarios de la futura estación se estima inicialmente en 700.000 pasajeros anuales, lo que da una idea del impacto que la infraestructura puede tener en su área de influencia.
Estaciones urbanas
Si tenemos en cuenta que estará a siete minutos en coche desde el casco urbano de Reus, que la zona de aparcamiento para vehículos privados, autobuses y lanzaderas que conecten con el aeropuerto estará situada en terrenos del término municipal de la ciudad y que el futuro tranvía del Camp de Tarragona también conectará con la estación, el impacto de la infraestructura sobre su área de influencia será considerable en todos los sentidos.
El nuevo centro de gravedad ferroviario al sur de Reus se completará con la estación de Bellissens, junto al campus de la URV. Adif y el Ayuntamiento han firmado el convenio por el cual la empresa pública ha adjudicado la redacción del proyecto de la estación y el consistorio asume el del paso inferior urbano. La previsión es que el nuevo apeadero en la línea Reus-Tarragona esté listo en 2025.
Si tenemos en cuenta que en las proximidades de ésta también se encuentra la de autobuses, las tres infraestructuras formarán un eje que transformará la movilidad, no solo en los barrios del sur, sino en toda la ciudad.
Todo esto, claro está, si los compromisos del Gobierno del España se cumplen. Recordemos que si se hubiesen cumplido anteriormente y la gran crisis no se la hubiera llevado por delante, hoy la estación central intermodal ya estaría construida, no al sur de La Plana, sino al sur del aeropuerto.