Una treintena de ayudas municipales vinculadas a once áreas diferentes se activarán por primera vez o bien tendrán continuidad entre 2022 y 2024. Son las de concurrencia competitiva –abiertas a la ciudadanía en general, dependiendo en cada caso de los criterios de las bases– que están recogidas en el Pla Estratègic de Subvencions del Ayuntamiento, un documento vivo que fija las líneas generales en las que se moverá el consistorio en ese campo. Para este 2022, tal como concretan fuentes municipales, el gobierno reusense destinará un total de 6,1 millones a subvenciones en general. Emprendimiento, brecha digital, vivienda, pobreza energética o práctica deportiva son algunos ámbitos que centran gran parte de las ayudas.
La concejala de Hisenda, Mariluz Caballero, apunta que «el Ayuntamiento tiene una política de subvenciones muy potente en tanto que la atención a las necesidades de las personas, las familias, las entidades y las empresas son el centro de la gestión del gobierno». «Damos cobertura tanto a las necesidades básicas de la ciudadanía en riesgo de vulnerabilidad como a proyectos en clave de ciudad, pasando por el fomento de la vivienda o la atención a nuevas necesidades como la brecha digital», añade.
Entidades que agrupan colectivos susceptibles de acogerse a las ayudas piden que la información sobre la existencia de estas llegue «fácilmente y con claridad» a los posibles beneficiarios, y que los trámites necesarios para obtenerlas «sean más rápidos y sencillos».
«Los requisitos que se ponen para acceder a cualquier ayuda acostumbran a ser tan exigentes que dejan fuera a personas que, por la situación que tienen, sí las merecerían», valora Susana Infantes, impulsora de la asociación Yo Ayudo o Necesito Reus, que lamenta, por otra parte, que «a veces es tan complicado pedirlas que se acaban perdiendo». Infantes pone como ejemplo las subvenciones de conexión a internet y cesión de equipos para la autonomía digital, que se aplican ligadas a un aprendizaje para que los usuarios saquen partido al material. «Las vimos y nos parecieron oportunas, un acierto, pero obligan a hacer un cursillo de informática para optar y hemos sabido de personas que no podían acudir por fuerza mayor y se quedaron sin ellas», comenta.
Para la portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en Reus, Sandra Casanova, «las ayudas siempre son buenas, aunque no atacan el fondo de la problemática y, por eso, solo con ayudas no basta». Además, «por hablar de una cuestión concreta, en el caso de las aportaciones para pagar los recibos de la luz, pensamos que es la suministradora la que debería afrontar las deudas». En este ámbito, el gobierno echa una mano con las facturas con varias líneas de pobreza energética y agua. Y en vivienda, «lo ideal no es dar una subvención para que la familia pague un alquiler sino que haya más pisos sociales, aunque el Ayuntamiento ha proyectado algunos». «En la ciudad hay unos 35.000 inmuebles de grandes tenedores mientras muchas personas esperan techo» y «Reus es área de vivienda tensa y los alquileres tienen que ser más bajos», concluye Casanova. Los propietarios de nueve pisos se acogieron a la primera convocatoria de ayudas a la rehabilitación para incluirlos en la bolsa de alquiler social.
Otro de los ámbitos que abarca el plan 2022-2024 del gobierno es el clásico de las subvenciones al asociacionismo y al movimiento vecinal. El presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó, recuerda que las condiciones cambiaron el año pasado porque «lo que no quiere el Ayuntamiento es que los fondos se dediquen a una paella». Massó explica que «como Federació, pedimos y recibimos anualmente una ayuda y también las asociaciones de vecinos, que obtienen entre 800 y 1.200 euros dependiendo de los proyectos que presenten», y subraya que «todo lo invertimos en los barrios: cine, música, los pajes, el campeonato de fútbol para los niños...».
También en el emprendimiento, con subvenciones a la creación de empresas o a la transformación digital de pymes y autónomos, pone el foco el Ayuntamiento. Núria Ríos, que es consultora de márquetin y fundadora de Espai Factoria - Coworking, apunta que «en general, a los emprendedores nos llega poca información de las ayudas, cuando nos llega pensamos que no son para nosotros y, si profundizamos, vemos que hay demasiada burocracia y cuesta pedirlas; es bastante dificultoso».
