Jaume Morón: «Han incrementado las tensiones familiares en Reus»

Seguridad. El nuevo jefe de Reus destaca una alta actividad en problemáticas de convivencia, sobre todo a raíz de la pandemia. Marca como prioridad todo delito que comporte violencia

26 octubre 2020 06:30 | Actualizado a 29 octubre 2020 08:44
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El intendente Jaume Morón, de 54 años, es nacido en Barcelona, pero hace ya 29 que vive en Tarragona, prácticamente el mismo tiempo desde que es policía: tres décadas. Como sargento estuvo en Vic y Tortosa y, a nivel superior de mando, estuvo de jefe en el Área Territorial de Tarragona desde el año 2000 al 2007. Durante un año (2007-2008) ejerció de jefe del ABP de Sant Andreu de la Región Policial de Barcelona y en 2008 regresó como jefe del Área Básica del Tarragonès, hasta 2015, año en el que pasó a ser el jefe del ABP de Gavà, puesto que ocupó hasta finales de 2019. Desde hace unos meses es el jefe del ABP Baix Camp-Priorat, área que cuenta con tres comisarías: la de Reus (da servicio a 16 municipios), Cambrils (16 municipios) y Falset, que da servicio a 23 poblaciones.

Morón destaca la importancia de colaborar con las policías locales, Guàrdies Urbanes y vigilantes. También considera esencial encontrar un equilibrio entre el buen clima laboral y la exigencia y profesionalidad.

¿Qué actuaciones se realizan más habitualmente en el día a día en Reus y Baix Camp?

Están muy relacionadas con problemáticas de convivencia. Por un lado, hay los hechos que ocurren dentro del domicilio, desde cuestiones de violencia doméstica y de género, a discusiones, disputas... Por otro lado, nos encontramos con problemas de convivencia en la vía pública. Hacemos muchas actuaciones relacionadas con personas que tienen conductas incívicas, peleas y discusiones. Muchos no son delincuentes, pero tienen problemas con el alcohol u otras sustancias y dan sensación de inseguridad. También relacionado con la vía pública nos encontramos con botellones, jóvenes que están fumando sustancias...

¿Y de hechos delictivos?

Lo más recurrente, como en cualquier ciudad, son los hurtos, aunque han bajado respecto al año anterior. Lo más habitual son los hurtos de móviles, porque muchos tienen un elevado valor. Relacionado con los móviles, también detectamos denuncias falsas. El objetivo de simular el robo de un móvil es cobrar el seguro. Pero una denuncia falsa es un delito, así que no vale la pena.

En los últimos meses, ¿algún hecho delictivo ha aumentado especialmente?

Lo que hemos notado es un incremento de situaciones de tensión a nivel de convivencia, a raíz de problemas laborales y económicos y también de derivados por un mayor tiempo de convivencia. Más allá de estas situaciones, los hechos delictivos, en comparación con el año anterior, todos han bajado porque estamos en una circunstancia especial. Aun así, hay algunos delitos que cada vez tienen más incidencia.

¿Cuáles?

Las estafas por Internet. Se hacen cada vez más transacciones electrónicas y hay gente que compra ofertas imposibles. Es importante que la ciudadanía trabaje la autoprotección y que no faciliten datos a quien no sea de absoluta confianza.

¿Cuáles son las prioridades del cuerpo policial?

Cualquier delito que comporte violencia, como robos con intimidación, violencia o los tirones. En el domicilio, los robos con fuerza. Afortunadamente, hay pocos en la zona. También tenemos especial interés con todo aquello que tenga que ver con las personas mayores. Sufren estafas y engaños. Gente que se presenta en su domicilio y se aprovechan. Se ganan su confianza, entran en la vivienda y hurtan dinero o joyas. Este colectivo también sufre tirones para robarles un collar, una cadena... Es importante que los familiares tengan especial cuidado para evitar que sean víctimas.

En algunos barrios de Reus se producen ocupaciones de viviendas. ¿Cómo se actúa en estos casos?

Es cierto que tenemos incidencias en zonas concretas de Reus. Si la vivienda ya está ocupada, abrimos diligencias. En lo que llevamos de año, se han hecho 184. Son menos que en 2019, que fueron 212. A partir de aquí, tenemos que esperar a la actuación judicial. Lo mejor es evitar las ocupaciones, instalando alarmas, puertas antiocupaciones y que los vecinos avisen si detectan que hay una tentativa de ocupación.

Reus y Baix Camp, ¿es un foco en cuestión de drogas?

Tenemos bastante actividad policial en este sentido. Por ejemplo, en Reus hicimos una operación hace un par de meses con narcopisos. Detuvimos a 13 personas. También esta semana pasada hicimos una entrada en un domicilio para desmantelar un punto de venta de droga que comportó la detención de dos personas, una actuación realizada conjuntamente con Guàrdia Urbana de Reus. Las plantaciones de marihuana son bastante recurrentes, tanto indoor como en exteriores en zonas despobladas. En este último caso, son difíciles de encontrar y en ocasiones tenemos que usar el helicóptero.

Las asociaciones vecinales reclaman más presencia policial y patrullaje a pie...

No solemos hacer patrullaje a pie. Me gustaría, pero es complicado. Primero, porque si hay una incidencia, la respuesta de los agentes que están patrullando a pie es más lenta porque tienen que volver al vehículo. Por otro lado, podemos hacer patrullaje en una zona, pero quizás es más efectivo montar un control en la rotonda que da acceso a aquel barrio, porque paramos e identificamos a mucha más gente, y lo hacemos con mucha más seguridad, porque en vez de una patrulla habrá dos. Nos encontramos con muchas poblaciones de interior que quieren ver la patrulla por el municipio. Pero apostamos por los controles en accesos o en vías que consideramos más estratégicas. Policialmente, los controles son más efectivo y, en cambio, la gente en el pueblo no nos ve. Lo que sí que es muy importante es que las personas participen de la seguridad colectiva.

¿Qué puede hacer la ciudadanía?

Cualquier acción preventiva o de alerta nos favorece. Así que pedimos que la gente nos llame si ven alguna persona sospechosa. También es importante que implementen medidas de seguridad, como activar el localizador del móvil –nos permite hacer un rastreo si fuese necesario– y, si tienen alarma, que la tengan conectada, porque encontramos muchos robos en viviendas donde hay alarma, pero que no está activada.

La comisaría de Reus da servicio a 16 municipios y la mayoría son pequeños. ¿Cómo se gestiona?

Las problemáticas de Reus y las de los pueblos son diferentes y lo que no podemos es dejar de lado nuestra presencia y el patrullaje preventivo en estos municipios. Así que, aunque no haya llamadas al 112, nos movemos por un patrullaje dirigido, es decir, que si consideramos que se debe hacer prevención en cierta zona, dirigimos patrullas a ese punto. En los pueblos hay menos incidencias, pero también tenemos hechos relacionados con el incivismo y ocupaciones.

En zonas de Reus hay, de vez en cuando, inspecciones a locales.

En lo que llevamos de año hemos realizado inspecciones a 20 establecimientos que generan incidencias y problemas. Se trata de bares, locutorios, establecimientos de compra-venta de joyas, telefonía... Se trata de locales que consideramos que puede haber alguna problemática relacionada con seguridad ciudadana. Son controles en los que participa Guàrdia Urbana y muy a menudo el Cuerpo Nacional de Policía, por cuestiones de extranjería. En estas inspecciones miramos la licencia de actividad, toda la documentación...

¿Cómo ha cambiado la manera de trabajar la Covid-19?

A nivel interno, hemos activado procedimientos preventivos y de salud laboral. Por otro lado, velamos por el cumplimiento de la normativa. Desde el inicio de la pandemia, hemos hecho 2.890 actos relacionadas con el incumplimiento de las medidas. La Covid-19 también ha comportado cambios fundamentales en la gestión de los detenidos. Por ejemplo, las presentaciones ante el juzgado son telemáticas. En lo que va de año, la ABP de Baix Camp y Priorat ha gestionado ya 1.200 detenidos.

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