Horts de Miró, el CAP Sant Pere y el consultorio del barrio Gaudí, proyectos de salud atascados en Reus

Llevan años de retraso. El Ayuntamiento prevé que la cuarta planta de la residencia de mayores abra con plazas públicas en 2023 y ultima el convenio para desdoblar el CAP en el barrio del Carme

10 diciembre 2022 06:00 | Actualizado a 10 diciembre 2022 06:00
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La puesta en marcha de la cuarta planta de la residencia Horts de Miró, el desdoblamiento del CAP Sant Pere en el barrio del Carme y la reapertura del consultorio médico del barrio Gaudí acumulan ya largas demoras. Son tres proyectos de salud y bienestar de vasta relevancia, insistentemente reclamados por la ciudadanía y cuya ejecución suma plazos vencidos sin haber llegado, aún, a materializarse.

Algunos recibieron el impacto directo de la Covid pero, para otros, la pandemia irrumpió años después de que debieran haberse llevado a cabo. Los hay que se anunciaron en campaña electoral. Vecinos y sindicatos urgen a ejecutarlos. El Ayuntamiento de Reus sostiene que todos avanzan y varios están incluso a punto de culminar.

El CAP que ocupa los bajos de la residencia de mayores Horts de Miró empezó a recibir pacientes en 2012. El resto del edificio, la parte de residencia, continuó cerrado hasta 2019. Fue entonces cuando, al desenlace de una intensa lucha social, se activaron 29 de las 58 camas de las que dispone el equipamiento. La cuarta planta, la última, se estuvo empleando para el aislamiento en lo duro del virus. Pero aquel dispositivo se desmanteló en abril y, hoy, el espacio sigue en desuso.

En los bajos de Horts de Miró, el CAP abrió en 2012. Diez años después, el 50% de las camas de la residencia del mismo edificio están vacías, inhabilitadas

Al respecto, el concejal de Salut, Òscar Subirats, indica al Diari que «están muy avanzadas las conversaciones con la Generalitat para poder abrir, probablemente de cara al año que viene, la planta cerrada de la residencia Horts de Miró con plazas públicas». Fuentes de la Generalitat señalan que «el Departament de Drets Socials conoce la situación y, en el momento en que se haga una concertación en los centros municipales, se valorará esta demanda».

El barrio pide que el servicio opere a pleno rendimiento. La presidenta de la Associació de Veïns Horts de Miró, Pilar Flamenco, explica que «si esas camas no se han puesto ya a disposición es porque no hay voluntad de cubrir plazas públicas». «Con la lista de espera que existe, una sola plaza cerrada nos parece un grave despropósito y un beneficio para lo privado que mucha gente no se puede permitir; pero es que aquí es toda una planta», señala. Para Flamenco, las camas «se podrían utilizar no solo para estancias permanentes sino también temporales». Contar con la residencia al 100% «sería positivo para el barrio y para toda la ciudad», concluye.

El caso del desdoblamiento del CAP Sant Pere, que aúna las áreas básicas de salud (ABS) Reus 1 y Reus 2 en el Camí de Riudoms, no es tan distinto. La intención de trasladar la ABS Reus 1 al centro la lanzó el alcalde, Carles Pellicer, en 2013. Pellicer preveía una inyección de un millón del CatSalut para habilitar el antiguo hospital y llevar Reus 1 allí hacia 2015. Antes del paso, comunicó un incremento de la inversión necesaria y Josep Mercadé, que era delegado de Salut, informó de que el proyecto se posponía.

Los planes para desdoblar el CAP Sant Pere llevan dando vueltas desde 2013. Ahora, parece que la firma del convenio que los desencalle está cerca

Noemí Llauradó, ahora vicealcaldesa, lo rescató en 2019 cerca de las elecciones. Compareció junto a quien era gerente de la Regió Sanitària, Ramon Descarrega, y prometió enviar la ABS Reus 1 al barrio del Carme. Y más recientemente, este año, Teresa Pallarès, en el cargo de delegada del Govern, detalló que la intervención –ligada a la construcción de unos 50 pisos de protección oficial y un parking– estaba pendiente de un convenio con el Incasòl y el CatSalut.

Subirats detalla que «se está poniendo a punto el convenio con el Incasòl para definir los usos del ámbito». «Se están ejecutando los últimos flecos y la intención es que próximamente pueda llevarse al pleno este convenio que fijará la cesión al CatSalut para la construcción del nuevo CAP».

Después de tanto tiempo, el presidente de la Associació de Veïns L’Harmonia del Carme, Josep Machado, expresa que «pedimos celeridad». «Se han programado y aplazado varias presentaciones de cómo iba a quedar todo y nos dicen que el convenio estará antes de acabar el año», comenta. Y dice que «un CAP aquí estaría bien porque daría más vida a la zona y los mayores lo tendrían al lado». «Hemos pedido poner el barrio al día», precisa.

«Queremos al doctor en el barrio»

El consultorio del barrio Gaudí es la cuestión más reciente y la más polémica. Salut lo cerró con el Estado de Alarma y no lo ha recuperado. Frente a la reclamación de los vecinos, que exigen un dispensario en las mismas condiciones que antes de la Covid, Pallarès hizo pública la idea de reabrirlo acabado el verano pero en un formato distinto, el de espacio de salud comunitaria sin doctor. Los pacientes quieren tener un médico «igual que hasta la pandemia». Además, pese a que se ha invertido en él para reformarlo, llegado diciembre el espacio sigue cerrado.

Los vecinos del barrio Gaudí reclaman su consultorio con médico. En el barrio vive mucha población mayor. La AV ha creado una plataforma ciudadana para recuperar el servicio

Del consultorio, Subirats mantiene que siguen los contactos con los vecinos y las negociaciones con la Regió Sanitària «para buscar una solución lo antes posible a su petición de que haya personal sanitario en el barrio». La presidenta de la Associació de Veïns del Barri Gaudí, Maria del Mar Escoda, apunta que «estamos esperando y los vecinos que esperan, desesperan». «Nos han pedido quince días» y «suponemos que antes de Navidad habrá una reunión», comenta. Escoda aclara que «no es que rechacemos la atención comunitaria, pero es que queremos, sobre todo la gente mayor, un médico». Los vecinos protestaron en el último pleno.

Ante este panorama, Alfred Maza, secretario de organización del sindicato USITAC, califica de «vergonzoso que, en diez años, la Generalitat no haya puesto en marcha las 58 plazas de Horts de Miró» mientras «otras privadas se han construido y han abierto en 18 meses». Del desdoblamiento del CAP Sant Pere, cuya reivindicación también despertó USITAC, señala «promesas incumplidas» y «cortinas de humo» para «ganar votos» y pide «hechos y realidades». Sobre el consultorio del barrio Gaudí, «abrirlo sin médico es como poner una farmacia sin farmacéutico», lamenta Maza.

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