Acababa de prender fuego a la batería de contenedores de la calle Doctor Ferran. Los bomberos iban de camino a apagar el quinto aviso de incendio de contenedores cuando el pirómano fue avistado por una patrulla de Mossos cuando se marchaba con su bicicleta.
Los agentes le alcanzaron y le pararon. Le pidieron la documentación y le registraron. Los bolsillos con seis mecheros y una pequeña garrafa con olor a gasolina daban poco margen a una explicación que hada tuviera que ver con el incendio que se estaba produciendo en un contenedor de la calle Doctor Ferran. El hombre, de 42 años y con un historial de una veintena de antecedentes, daba poco margen a la duda. Terminó arrestado y acusado por un delito de daños. Con la ayuda de la Guàrdia Urbana se pudo poner fin a lo que se temía una noche de contenedores en llamas.
El acusado empezó en la calle Miami , cerca del cruce con el paseo Misericòrdia. Bombers recibió la alerta a las 23.28 horas. Dos contenedores en llamas se encontraron las primeras dotaciones. 9 minutos más tarde, el fuego estaba en el paseo Misericòrdia. Un contenedor alumbraba la oscuridad. A pocos metros, en el mismo paseo, otros dos contenedores también iluminaban con sus llamas esta zona de Reus. Y un coche aparcado a su lado sufría las consecuencias de las altas temperaturas. Un vehículo que ha quedado para chatarra.
Mientras Bombers apagaban los incendios, la guàrdia Urbana y Mossos ya se habían desplegado por la ciudad. Tres incendios de contenedores en 13 minutos de diferencia y en un radio inferior a 300 metros no era fruto de la casualidad. Alguien había salido a quemarlos intencionadamente.
La siguiente alerta llegó de la plaza de La Sardana, una zona más alejada del paseo Misericòrdia. Otro contenedor estaba en llamas. Y en un minuto de diferencia en la calle Doctor Ferran la humareda señalaba fuego a otros contenedores. El pirómano iba dejando un rastro de sur a norte. Siete depósitos de basura calcinados y dos coches, un árbol y una farola eran los daños que iba provocando con sus incendios.
En la calle Doctor Ferran, ya fuera por exceso de confianza o por la casualidad del patrullaje de un coche de Mossos, el pirómano ciclista fue interceptado, cacheado y arrestado. La noche de "fallas" había terminado. El acusado fue llevado a la comisaría de la Policía Autonómica en Reus y pasará en las próximas horas a disposición judicial.
Los daños materiales son cuantiosos y el valor económico para la ciudad, muy alto. Eso sin contar los dos coches afectados en estos incendios indiscriminados.