El incremento de los residuos que se tiran al contenedor de orgánica y que tendrían que ir en otro depósito comporta un sobrecoste extra para la ciudadanía de Reus de unos 100.000 euros anuales, según ha indicado el Ayuntyamiento.
Para corregir esta tendencia y generar un ahorro en la gestión de los residuos, la concejalía de Vía Pública ha tomado medidas y ha empezado ha instalar reductores de boca en los contenedores de orgánico para que solo se puedan tirar las bolsas de la fracción que corresponde, que son de medida más pequeña.
El aumento de impropios ha coincidido con el cambio de contrato de recogida de residuos y limpieza viaria. Los nuevos contenedores eliminaron los reductores de boca que sí tenían los modelos anteriores, al considerar la experiencia de más de 20 años con contenedores de recogida de la fracción orgánica en la ciudad.
El resultado, no obstante, ha estado que los impropios en los contenedores de la orgánica ha crecido en un 20% desde 2022, hasta situarse al 34,69% el 2023. Este hecho incumple la normativa estatal sobre residuos, que fija el porcentaje máximo de impropios al 20% desde el 2022 y del 15% a partir de 2027.
Igualmente, abocar residuos que no tocan al contenedor de la orgánica tiene consecuencias económicas. Con precios de 2024 el coste del tratamiento de la fracción orgánica con más del 30% de impropios es de 129,62 euros por tonelada (101,81 euros/Tn el 2023) mientras que el coste con un 15% de impropios es de 75,86 euros por tonelada (72,73 euros/Tn el 2023). En consecuencia el aumento del nivel de impropios ha representado un sobrecoste de unos 100.000 euros el año.
Para revertir la tendencia, se han instalado reductores de boca circulares de 26 cm a los contenedores de orgánica de la ciudad para permitir tirar únicamente las bolsas de la basura de medida pequeña, específicas para depositar los desechos orgánicos. El importe de la instalación de estos reductores ha sido de 58.050 €.