Agentes de la Guàrdia Urbana de Reus detuvieron el pasado día 15, Viernes Santo, en plena procesión del Sant Enterrament, a un hombre acusado de robar a los espectadores que estaban siguiendo la procesión a pie de calle.
Según parece, en la calle Batan, la Guàrdia Urbana se percató de que había una trifulca en ese punto del recorrido. Y al llegar la patrulla separó a las partes y buscó las razones de la pelea.
Según fuentes policiales, un hombre se dedicaría a robar a los espectadores y en este acto ilícito (si es católico el presunto autor no conoce el mensaje del séptimo mandamiento), una de las víctimas se percató de que le estaban intentado hurtar, encarándose con el presunto ladrón.
El agente que llegó primero recibió un golpe del presunto ladrón, que no solo se le imputa un delito de hurto, sino también de agresión y desobediencia a la autoridad.