Las obras de construcción del futuro centro de día de Alzheimer de Reus, ubicado cerca del Santuari de Misericòrdia, avanzan a buen ritmo. El calendario va sobre lo previsto, con finalización de los trabajos en septiembre y la puesta en marcha a principios de octubre. «Nos hace mucha ilusión cumplir con los plazos y que nuestra madre, que está en una fase avanzada de Alzheimer, pueda pisar las instalaciones», explica la presidenta de la Fundación Privada Rosa María Vivar –impulsora del proyecto–, Margarita Oliva. Por su lado, la Associació de Malalts d’Alzheimer de Reus i Baix Camp liderará la prestación de servicios.
En estos momentos, la estructura del centro y los cierres ya están terminados, y se está trabajando en las instalaciones y el asfaltado de la zona enjardinada. Durante la primera quincena de septiembre se procederá a enjardinar y amueblar y, el 21 de septiembre, Día Mundial del Alzheimer, representará el pistoletazo de salida del nuevo equipamiento. «Esa semana se organizarán actividades relacionadas con la enfermedad, haciendo hincapié en la figura del cuidador», señala Oliva. Posteriormente, del 26 al 28 de septiembre, se realizarán jornadas de puertas abiertas. El centro entrará en funcionamiento en octubre, con capacidad para ochenta usuarios en el centro de día y sesenta más en la unidad de rehabilitación.
La Fundación Rosa María Vivar impulsa el equipamiento cerca del Santuari de Misericòrdia
El edificio se organiza en cuatro módulos dispuestos alrededor de un patio central en el que se encuentra un olivo centenario, proveniente del jardín de la fundadora de la fundación, Rosa María Vivar.
En cuanto a los módulos, dos estarán destinados a centro de día (para personas con alteraciones cognitivas), un tercero será una unidad de estimulación y rehabilitación cognitiva (para personas con alteraciones de la memoria o profesionales y jóvenes que quieran potenciar sus capacidades y agilidades mentales) y en el cuarto se ubicará la parte administrativa.
El edificio tendrá dos entradas: una para los usuarios del centro de día y otra para la unidad de la memoria. En el primer caso, los usuarios recibirán tratamiento no farmacológico, con estimulación cognitiva y físico-funcional. «No tenemos la cura de la enfermedad, pero se pueden paliar los síntomas», dice la directora terapéutica del centro y directora del Programa San Rafael, Maria Jesús Lerin, que subraya que el Alzheimer es muy complejo: «La memoria es un aspecto, pero la desorientación también es importante. Provoca alteraciones en la conducta». Por otro lado, en la unidad de estimulación y rehabilitación cognitiva se realizarán talleres para trabajar con personas que padecen deterioro cognitivo o se encuentran en fases iniciales de un proceso degenerativo. Además, en este mismo espacio también se atendrán a personas sin alteraciones, pero que quieran potenciar sus capacidades.
Para facilitar las comunicaciones con el centro, durante este mes de agosto se habilitará una nueva parada de autobús en la avenida de Sant Bernat Calbó, justo en el pasaje de la Mare de Déu de Misericòrdia. Dará servicio la línea L20.
La inversión es de 2 millones de euros, mayoritariamente aportados por la fundadora y otras familias y empresas del territorio. En cuanto al espacio, se trata de unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Reus por cincuenta años.