El Ayuntamiento de Reus plantea crear una red de jóvenes que oriente a migrantes con dificultades

Joventut cuenta, desde este año, con dos profesionales que atienden las necesidades de los muchachos que llegan solos y también a la juventud en situación de vulnerabilidad

14 septiembre 2022 21:44 | Actualizado a 15 septiembre 2022 07:00
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El Ayuntamiento de Reus propone crear un sistema de apoyo y orientación a jóvenes migrantes con dificultades para la regularización legal de sus papeles. Esta acción es una de las propuestas de actuación del Pla Local de Joventut (2022-2025), aprobado el pasado 18 de marzo. La iniciativa implicaría a otros jóvenes migrados, que han pasado por una situación parecida y que han prosperado; ellos harían de enlace y actuarían como mediadores con las personas migradas que acaban de llegar solas.

Paralelamente y en el área de Joventut de Reus cuentan, desde este año, con dos profesionales que atienden las necesidades de los jóvenes migrados que llegan solos, así como a la juventud en situación de vulnerabilidad y que está trabajando en medio abierto, a pie de calle. Dentro de este programa, acota el concejal de Salut i Ciutadania, Òscar Subirats, están trabajando en un «encuentro de intercambio de jóvenes y entidades», que se llevará a cabo el próximo 15 de octubre en La Palma con el fin de «facilitar el contacto y el intercambio de experiencias entre jóvenes de perfiles y tradiciones culturales diversas».

Además del apoyo que da la administración local a estos jóvenes, hay varias entidades subsidiadas por la Generalitat que actúan en Reus con pisos de inserción laboral (PIL), pensados para que los jóvenes pasen a la vida adulta y se emancipen de forma segura del sistema de protección de la Generalitat y el objetivo principal es la inserción social y laboral. Algunos ejemplos de estas entidades en Reus, entre otras, son Intress, Eveho, Diagrama con el centro Mas d’en Blasi, Eduvic y el proyecto Llar de Joves Jonathan Daniels.

La directora de los PIL de la cooperativa Eduvic Reus –en activo desde 1994–, Sònia Gil, cuenta que en la ciudad tienen tres pisos con 20 jóvenes de entre 16 y 21 años, cuyas procedencias habituales son Gàmbia, Senegal y Guinea Conakry, la mayoría africanas. Expresa, también, que la política local de juventud se encuentra en «una fase de estancamiento por la escasez de recursos en todos los ámbitos». Es «casi imposible», añade, afrontar los «nuevos retos y las nuevas dificultades que plantea la realidad juvenil; el área de Joventut está infradotada en relación con la dimensión del municipio».

Perspectiva crítica

Sobre el Pla Local de Joventut, Gil valora que está realizado desde «una perspectiva bastante crítica, detecta las necesidades y los puntos débiles del municipio y se es consciente de la carencia de recursos que hay, algo que dificultará el logro de los objetivos del Pla», lamenta. Aun así, piensa que «está bien» ser exigentes y que «se busca la calidad del servicio y la innovación».

Por su parte, Rafael Arencón, al frente de Llar de Joves Jonathan Daniels, agradece que «el plan refleje dar apoyo a los jóvenes migrantes como una necesidad». También implicado en Reus Circ Social (2013), destaca que acoge a jóvenes migrantes atraídos por el circo. «Creamos Reus Circ Social para todo el mundo y sin buscarlo acabamos acogiendo a jóvenes venidos de fuera», expresa. A raíz de la oleada de jóvenes migrantes no acompañados de 2018, crearon Llar de Joves Jonathan Daniels. Desde este proyecto, acompañan a jóvenes, los asesoran para regularizar su situación y los acogen en pisos cedidos. «Trabajamos para insertarlos laboralmente, también», expresa.

A través de Gil, conocemos los casos de Saikou Sarr y Muhammed Jallow, quienes enfatizan que una vez conseguidos alojamiento, estudios y trabajo, lo que quieren es «seguir adelante» con sus metas. Saikou Sarr (18) decidió marcharse del Senegal para ayudar a su madre, intentó «buscarse la vida» en Marruecos y luego llegó a España. Al principio, el joven se encontró con complicaciones de carácter residencial, aunque gracias a unas amistades llegó a Catalunya. «El idioma ya lo conocía, en Senegal nos dieron la opción de aprender otros idiomas y yo elegí el castellano», comenta.

El choque cultural para él fue evidente, pero «me he encontrado con muy buenas personas, que me han ayudado», celebra. Desde que se ha establecido en Reus, ha conseguido permiso de residencia y de trabajo, «todo gracias a mis educadoras del centro», dice, ya que estaba bajo su tutela y ha cumplido los 18 hoy. Tener papeles es algo que valora: «Puedes estudiar y trabajar». Los logros de Sarr, expone, son: haber recibido formación en pintura, por ejemplo, y haber conseguido trabajo, «gracias a mis educadoras», en un negocio de recambios de automóvil tras hacer unas prácticas. Al haber cumplido estos objetivos y al quedarle «poco tiempo» en el PIL, su meta ahora es emanciparse: «Tengo que encontrar un piso asequible, llegar a tener un trabajo digno y estable, sacarme el carné de conducir y me gustaría traer a mi familia».

Muhammed Jallow (18) vino de Gambia para tener «más oportunidades para estudiar y trabajar», al llegar se encontró solo y era menor por entonces y no conocía ni cultura ni idioma. «Supuso una adaptación a una vida que no era la mía», recuerda. Lo que ha conseguido no es poco: «He conocido a gente, tengo donde dormir y comer, documentación y trabajo». A Jallow le costó hacer amistades al principio, pero «al conocer el idioma, todo fue más fácil». Su motivación ahora es encontrar un piso por su cuenta y poder vivir con su hermano (16): «No es fácil porque los pisos están caros, te ven joven y desconfían».

Arencón habla de ayudar a estos jóvenes a recuperar el «sueño de progreso inicial», ya que el proceso ha sido «complejo y endurece», pero hay que recordarles que «se merecen cosas buenas», estos chicos «son emprendedores, luchadores de nacimiento y se ayudan los unos a los otros», indica.

Integrar a los chicos y chicas migrados en las dinámicas participativas y de trabajo comunitario

El concejal de Salut i Ciutadania, Òscar Subirats, recuerda que el Pla de Joventut municipal contempla, además, diferentes acciones de apoyo y acompañamiento a jóvenes con «diferentes realidades culturales y procedencias» –es decir, migrados de primera o segunda generación– con «diferentes objetivos», como «son los de concienciar sobre las dificultades y condiciones de vida que afrontan los jóvenes migrados en situaciones irregulares, integrar los jóvenes migrados en las dinámicas participativas y de trabajo comunitario y favorecer el acercamiento de los jóvenes a los servicios y recursos que hay en la ciudad», resume.

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