Verla brillar nos hace felices, oírla cantar nos enamora y tenerla en el escenario interpretando a La Rosa es el mejor regalo navideño. Perdonen si le damos cierto protagonismo a Mariona Escoda cuando hablamos de la bonita y mágica obra El Petit Príncep, pero es que la ‘vallenca’ es de casa y claro, por muy bien que lo haga el resto, siempre será nuestra favorita. Nunca te cansas de ver este musical, y más la creación y adaptación que hicieron hace ya once años Àngel Llàcer, Manu Guix y Marc Artigau, y que vuelve a los escenarios por Navidad.
El Petit Príncep hace magia cada vez que se representa en la sala Paral·lel 62 de Barcelona. Es un musical para toda la familia y hablando con el público te das cuenta de que la gente repite y que incluso se ha convertido en una tradición de las fiestas navideñas. Esta propuesta de la obra escrita por el francés Antoine de Saint-Exupéry y cuya composición y dirección musical ha ido a cargo de Manu Guix y la dirección de Àngel Llàcer cuenta la historia de este principito a través de canciones, actores y actrices reales, personajes virtuales en 3D y todos ellos vestidos con una escenografía visual espectacular y mágica que transporta al espectador a la piel del personaje. Es una historia con varias moralejas y de esas que te hacen pensar un poquito cuando sales del teatro. Este niño, El Petit Príncep, que viene de otro planeta se encuentra con ciertos personajes que le cambiarán la vida y de los que sacará una buena lección y una especial relación: el Aviador, la Rosa, el Zorro, el Vanidoso, el Rey, el Geógrafo... y que interpretan magistralmente Manu Guix, Enric Cambray, Xavi Duch, Mariona Escoda, Bernat Mestre, Marc Pociello y Carme Milán.
En este viaje el niño solo quiere entender qué se esconde en su interior y por eso se propone recorrer varios planetas desde el asteroide B612 hasta la Tierra. Será casi al final del espectáculo cuando El Zorro le revela a El Petit Príncep que «lo esencial es invisible a los ojos» y que lo más importante en la vida son valores como la amistad, el amor, la solidaridad, etc.
Un cuento que Guix y Llàcer han versionado de una forma sencilla y directa y con unas canciones tan bonitas que la convierten en una obra especial hasta tal punto que los dos creadores han formado parte del elenco profesional, cuidando el montaje y la puesta en escena. Ambos han interpretado, y en el caso de Manu Guix lo sigue haciendo, el papel del aviador, con el difícil reto de narrar la historia de principio a final. Hasta el día 2 de febrero se puede ver la obra en Barcelona y ojalá algún día la veamos en un teatro de nuestra provincia. El Petit Príncep nos toca el corazón y hace que después de guardar el árbol y los adornos navideños sigamos siendo un poquito más humanos y cuidar aquello que muchas veces no se ve, pero nos hace felices.
