Algunos detalles del futuro del edificio que albergó el Centre Catòlic y, tiempo después, el Bravium Teatre, empiezan a vislumbrarse. Por lo pronto, los autores del proyecto que rehabilitará el espacio han dado a conocer por la red que son los artífices de dicha empresa y que su proyecto quedó primero en el concurso –restringido este a dos vueltas para la presentación de propuestas y cuya licitación tuvo un presupuesto de salida de 201.818,52 €–. El importe orientativo de la ejecución de las obras es de 2,7 M€.
Los equipos coautores del proyecto son: Soffitto Arquitectura –con Miquel Orellana y Rubén Heras–, NUA arquitectures –con Arnau Tiñena, Ferran Tiñena y Maria Rius– y Sandra Álvarez. El Diari ha querido conocer algunos detalles del proyecto. Hasta el momento, de este, solo se conocía el aspecto del teatro, imagen que mostró la alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, en su acto de repaso del primer año de alcaldía el pasado 17 de junio.
«Será un edificio muy parecido al actual, pensando en una planta baja y dos niveles más, y además la cubierta. La intervención que quizá se note más es un gran vaciado en el centro del edificio, visible nada más entrar; con este gran patio interior ganamos claridad. Nuestra huella tiene que ser sutil, aun así. Hay que salvaguardar la esencia del edificio», expone Miquel Orellana. A lo que Arnau Tiñena complementa: «Con el proyecto, intentamos que el edificio funcione mejor a nivel climático e incluso hallando flexibilidad en los espacios, más que cambiarlo diría que optimizamos para ganar funcionalidad con las mínimas intervenciones y, siempre, pensando en lo sostenible, haciéndolo más amable para las personas». Sandra Álvarez tercia, por su parte, que el encargo planteaba, por otro lado, una intervención en el espacio público, que les permite «mejorarlo». «Había que abordar la relación entre el edificio y la plaza de Evarist Fàbregas, un tanto condicionada por el acceso al aparcamiento subterráneo de El Pallol, y nosotros, de una manera creo bastante acertada, intentamos leer cómo estaba configurado el espacio para luego integrar la salida del parking y el edificio mediante una plaza cubierta, porchada».
Los exteriores se verán potenciados, también. Rubén Heras determina, en este aspecto, que «hay una terraza amplia en la segunda planta, que sería, a su vez, la cubierta de la sala del teatro (véase la imagen de la sección transversal del edificio) y que al estar en contacto con otra habitación de interior ofrece una propuesta de sala polivalente que tendrá diferentes usos, de artes escénicas o culturales».
Y es que este nuevo espacio de coordinación e impulso de las artes escénicas acogerá a entidades, compañías y artistas de Reus, contando claro está, al Bravium Teatre, y eso tiene que notarse creando un lugar «aglutinador y polivalente». «Esto se traslada a la azotea, a la cubierta de arriba del todo, una planta que suele olvidarse, pero que potenciamos. Desde allí, se ven la Prioral y alguna que otra chimenea de antiguas fábricas», acota Heras.
Los creadores del proyecto destacan lo importante que es dar otra vida a un edificio. Arnau Tiñena lo describe como «la forma más contemporánea de construir; y sostenible, pues se recicla una infraestructura». El Centre Catòlic «creció de manera fragmentada y eso no se esconderá, desde el inicio buscamos su identidad, un corazón, que es el patio». Ferran Tiñena concluye que «el edificio pertenece a la memoria colectiva, reactivarlo representa que todavía más generaciones lo vean evolucionar y disfruten del arte y la cultura».
