Voy a hablarles, y les advierto que les entrará nostalgia, de las terrazas.
Políticos, técnicos, Patrimoni y Guardia Urbana elaboran la nueva normativa. Sí, han leído bien, están regulando la hostelería sin dar voz a los profesionales del sector, y así van a entender que propongan semejante disparate.
El Enola Gay es el art 9.2: «La superficie de la terraza no podrá ser superior al 50% del aforo del local». Vamos a ver. Entonces si la terraza conflictiva pertenece a un local con un aforo grande, no se verá reducida y seguirá molestando. En cambio, a un local pequeño le quitarán su terraza ya que tiene poco aforo y tendrá cerrar aunque no moleste.
Además, no distingue por zonas. Terrazas que nunca han causado molestias se cerrarán y pagarán el pato de las terrazas conflictivas que, además, si pertenecen a locales de gran aforo ni las tocarán ¿No sería más lógico y efectivo asegurar el descanso vecinal limitando las terrazas en función de las molestias que causen y del espacio público en el que se encuentren? Es como la pesca de arrastre, no diferencia y se llevará por delante la mitad de las terrazas, mientras Salou, Cambrils, Altafulla o Reus ya se frotan las manos.
La abanderada de esto es la concejala Paula Varas, que «casualmente» es propietaria, junto con su pareja, de un restaurante familiar donde ella también trabaja. Qué casualidad que su restaurante no se vea perjudicado por su propia normativa ya que carece de terraza, pero sí perjudica a su competencia más directa, las terrazas de la Part Alta. ¿A que ya empiezan a verle sentido a todo esto? No tiene ningún pudor en obviar el conflicto de intereses existente y pretende seguir regulando sobre un sector en el que tiene intereses privados. Y aunque Esquerra se lo permita, el código penal no lo hace.
La AEHT Ciutat hablamos con los partidos políticos y existe una mayoría que votará «no» a este borrador cuando suba a pleno, aunque parece que Varas es la única que no se ha enterado todavía y sigue malgastando recursos y dinero público en esto.
Miente al decir que no hemos presentado propuestas. Lo hicimos y lo haremos a través de los partidos políticos porque no nos fiamos ni de ella ni de su «portal de bon govern». Se pretende dar una imagen de consenso y diálogo, pero la opacidad es total ya que ni siquiera a día de hoy ha entregado a los partidos las actas de las comisiones de hace cinco meses donde deberían constar nuestras propuestas. Es todo bastante chapucero y oscuro.
Una persona que pretende acabar con la mitad de la hostelería, que obvia semejante conflicto de intereses, que miente en los medios y que acusa de machista y xenófobo a cualquiera que discrepe con ella, no está capacitada para ostentar cargo público alguno. Señor Alcalde, este es solo uno de los muchos fuegos que Varas está causando, reaccione antes de que sea tarde. Tarragona se merece mucho más.
* Javier Escribano, Associació Hostaleria TGN