Josep Bertran fue contratado por Repsol como abogado, pero pronto se dieron cuenta que haría un papel excelente de comunicador con la prensa y el entorno. Durante 30 años ha sido para los periodistas un colega, y para innumerables entidades y asociaciones el ‘rey mago’ que les tenía en cuenta.
Primero, al llegar la Semana Santa aprovechaba para ir a descansar a Manresa, de donde vino; pero a medida que sus hijos se integraron en Tarragona, y él hizo amistad con los dirigentes de las congregaciones, cofradías y asociaciones, la pasó aquí.
Un año después de jubilarse, requerido como pregonero de los días santos, pronunció un bello pregón que quedará en la memoria glosando los pasos, el ambiente y el escenario de una festividad única.