El padre ‘hooligan’ arrepentido

12 febrero 2024 21:38 | Actualizado a 13 febrero 2024 14:00
Álex Saldaña
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Ir a un estadio a ver un partido de fútbol –sí, también sucede en otros deportes– implica someter los oídos a todo tipo de insultos e improperios dirigidos al árbitro o a cualquier jugador del equipo contrario. Y esto sucede tanto en los campos donde juegan profesionales como en los de los aficionados e incluso en los partidos que enfrentan a niños. Afortunadamente, cada vez hay más equipos dispuestos a frenar estos comportamientos impropios y que nada tienen que ver con los valores que debe fomentar el deporte. Uno de ello es el Real Unión de Irún, el último rival del Nàstic. Al acabar un partido de chavales en su campo, el padre de uno de los jugadores perdió los papeles y tuvo un comportamiento incívico en la grada, que se tradujo en un enfrentamiento verbal con el colegiado y con varias familias. La reacción del equipo fue hablar con este señor para darle la oportunidad de que reparase el daño causado a los chavales –sí, suelen ser los que más sufren–, pero también a la imagen del club. En esta ocasión el padre se mostró muy arrepentido, e incluso antes del siguiente entrenamiento mantuvo, junto al entrenador, una charla con los jugadores de los dos equipos infantiles del club. El hombre reconoció su error y se disculpó públicamente. Les explicó que su comportamiento no tenía justificación y que esas cosas no podían volver a pasar en un terreno de juego. Los chavales se lo agradecieron y él también se quedó contento. Quería que sirviese de ejemplo para otras familias. Que no cometiesen el mismo error. «Preferimos que diese ejemplo en vez de castigarle económicamente o con la prohibición de acceso a los partidos del club», dice el entrenador. Pues sí, una gran decisión. Ojalá cunda el ejemplo y dejemos de ver a tanto cafre hacer daño al deporte. Y a sus hijos.

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