Soy un propietario de un vehículo Audi afectado por el tema de los motores diésel del grupo Volkswagen y sinceramente que estoy preocupado por este tema y sigo las noticias del asunto con preocupación. Pero se lo digo sinceramente, como ciudadano de Tarragona me gustaría que se fuera tan exigente con la contaminación del aire de nuestra ciudad, como con la de los coches.
Entiendo que para quedarnos todos tranquilos sería tan fácil como encargar un estudio a la misma agencia de Estados Unidos que destapó este asunto, que realice las mediciones de la calidad del aire que respiramos, y si su dictamen es favorable y no tenemos nada que temer, pues todos tranquilos. Y si, como muchos sospechamos, no es así, pues comenzar una demanda colectiva, igual que en el caso de los motores diésel, para reclamar nuestro derecho a respirar un aire libre de contaminación.
Pero mucho me temo que esta idea a nadie le interesa y seguiremos sin saber si los humos que desprenden las distintas empresas que nos rodean, si son tan limpios como ellas aseguran o tan perjudiciales como algunos nos tememos. Y no me digan que ya hay estudios, porque también los había de los motores famosos.
Luis Escudero
(Tarragona)
