Las infraestructuras son fundamentales para el desarrollo de nuestra área metropolitana. La movilidad, de hecho, es uno de los ejes clave que trabaja el grupo impulsor, que se ha reunido esta semana en Reus. Y en nuestras comarcas, la movilidad en transporte público tiene mucho camino por recorrer. El servicio ferroviario está tensionado al máximo nivel y los usuarios acumulan una aventura tras otra, resignados, hartos e indignados, a la espera de soluciones reales que nunca acaban de llegar. Los interventores se encuentran situaciones de todo tipo. El tranvía sigue su tramitación en medio de un consenso que también presenta interrogantes. Y estaciones como la de la Secuita no están bien conectadas con los municipios de la zona ni con el Aeropuerto de Reus.
El propio Aeropuerto, con instalaciones de primer nivel, está infrautilizado. El año pasado cerró con datos históricos y, en temporada alta, su actividad es muy intensa. Pero tiene dos cuestiones a combatir. En primer lugar, lograr que en temporada baja las aerolíneas apuesten por programar también en Reus. Y luego hay otro tema de mayor calado: lleva años sobre la mesa la idea de que se convierta en la cuarta pista del Prat.
Un planteamiento que busca dejar clara la importancia de crear una red aeroportuaria de país bien tejida que convierta el de Barcelona en un hub de primer nivel, complementado con aeropuertos como los de Girona y Reus. Eso conseguiría un win-win: evitar el colapso del de Barcelona y optimizar la infraestructura reusense. Y nuestra área metropolitana también alza la voz para reivindicar que la infraestructura de primer nivel que tenemos aquí se utilice como merece. Que dejen de planificar el sistema aeroportuario del país en base al centralismo de Barcelona. Y que se teja una red real que haga funcionar Catalunya, en el ámbito aeroportuario, como una enorme área metropolitana.
El Aeropuerto de Reus está infrautilizado y aspira a ser la cuarta pista del Prat. Hay que combatir el centralismo de Barcelona
