Vaya por delante que estoy a favor de liberar a los médicos de los CAP del máximo de trámites burocráticos para que puedan centrarse en tareas sanitarias y hacer el mejor seguimiento posible de sus pacientes. Pero el automatismo de la baja y alta de los positivos por Covid denota que, a punto de encarar el tercer año de la pandemia, hemos aprendido muy poco de esta crisis. Tras el fuerte impacto inicial en los hospitales, se sabía que, a medida que la campaña de vacunación avanzase y se redujera la gravedad de la enfermedad, el eslabón débil del sistema iba a ser la atención primaria ya que por ella iban a entrar los nuevos contagiados y en ella se van a quedar aquellos que tienen Covid crónica o secuelas. Las administraciones han abandonado a su suerte la primaria escatimando presupuestos y recursos humanos.
Por lo que se refiere a autogestionarnos las bajas, no nos viene de ahí. Hace tiempo que todo nos lo tenemos que hacer solos. Llenar el depósito de gasolina. Las gestiones bancarias. El test de antígenos. Menos mal que ahora su precio va a ser modesto y no vamos a sentir el peso del bolsillo si lo tenemos que repetir porque no estamos seguros de haberlo hecho bien o porque nos entra la paranoia con tanto positivo y contacto estrecho a nuestro alrededor.