En las últimas décadas, mientras nos asombraba el crecimiento de China y del Sureste asiático, parecía que África seguía condenada a perder el tren del progreso.
Un informe de Xavier Aldekoa (seudónimo del periodista barcelonés Javier Morales, que informa del continente negro para La Vanguardia), matiza este pesimismo si se observa a nivel continental.
En los últimos treinta años, la esperanza de vida africana ha pasado de 51 años a 71, y el índice de escolarización, de 71 % a 98. Mientras tanto, en estos tres decenios, la mortalidad infantil ha descendido de 178 casos por mil habitantes a 44.
El Covid-19 le ha afectado menos de lo temido, excepto en Sudáfrica, pese a nuestro egoísmo de acaparar segundas y terceras vacunas antes de darles a ellos la primera.