Las empresas españolas recuperan el pulso de la actividad económica y ya han comenzado a trasladar el incremento de sus beneficios a las nóminas de sus trabajadores, aunque todavía de forma tímida si se compara con el acelerado ritmo que han experimentado los resultados. Los sectores no financieros mejoraron un 5,9% la remuneración de sus empleados en el primer trimestre del año, según datos de la Central de Balances publicados ayer por el Banco de España. Al mismo tiempo, el resultado antes de impuestos de estas compañías creció casi un 70%, siendo el sector de la energía el más beneficiado con una mejora del 140,8%.
Las empresas mantienen así una fortaleza que ya sorprendió en 2022, cuando, al contrario de lo que se podría esperar en un contexto de elevada inflación y aumento de costes, los resultados casi se duplicaron (crecieron un 93,1%) respecto a 2021, cuando ya habían crecido un 32,1%. Hay que tener en cuenta que el organismo supervisor toma como referencia una muestra mínima para elaborar su encuesta, de tan solo 916 sociedades no financieras. Pero los datos sí pueden ofrecer una guía sobre la evolución del tejido productivo español.
La mejora salarial experimentada en el primer trimestre es más evidente si se compara con el 2,1% de entre enero y marzo de 2022. También dobla el 2,8% de mejora en las remuneraciones en todo el ejercicio pasado.
La subida media del salario en esta primera parte del año supera incluso el mandato establecido en el pacto de rentas que los sindicatos mayoritarios y la patronal CEOE-Cepyme firmaron a mediados de mayo, y que estableció un alza salarial del 4% para este año y del 3% en 2024 y 2025, además de una cláusula de revisión del 1% en función de la inflación, el gran caballo de batalla de los sindicatos en las largas y tensas negociaciones por los convenios colectivos. De momento, y con estos datos de la Central de Balances sobre la mesa, la subida del 5,9% hasta marzo también superaría el IPC medio de los tres primeros meses del año, que ronda el 5%.
Comercio y hostelería son, además, los sectores que se llevan la mejor parte, con una subida de la remuneración media del 6,8%, en un contexto de falta de camareros que ha obligado a muchos establecimientos a mejorar sus condiciones laborales para atraer a este tipo de personal. Se trata de la mayor subida de todas las actividades registradas por el Banco de España y supera en casi un punto la media, que también se vio favorecida por la entrada en vigor este año del aumento del salario mínimo a los 1.080 euros. Todo a pesar de que el resultado del sector cayó un 3,7% en el periodo.