El Consejo de Ministros aprobó ayer el anteproyecto de Ley de Representación Paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión, una norma anunciada el pasado sábado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que busca asegurar la presencia femenina en los centros de decisión.
Una norma que el Gobierno ve necesaria por razones de justicia social, pero también de racionalidad económica. «Tenemos que aprovechar el cien por cien del talento femenino para mejorar la productividad de las empresas y tener un crecimiento más fuerte y más sostenido en el tiempo», explicó ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño .
La futura ley establece una cuota de mujeres para órganos de Gobierno como el Consejo de Ministros y otros espacios de toma de decisiones como la dirección de grandes empresas, que deberán garantizar que el 40 % de sus componentes son mujeres. Concretamente, estarán obligadas a cumplir con este porcentaje todas las empresas cotizadas o entidades de interés público con más de 250 trabajadores y 50 millones de volumen de negocio anual, así como las juntas de gobiernos de los colegios profesionales y los jurados que concedan premios financiados con dinero público. Para ello, las empresas cotizadas tienen de plazo hasta el 1 de julio de 2024, mientras que las empresas con mas de 250 trabajadores y con una cifra anual de negocios superior a 50 millones de euros contarán hasta julio de 2026.
Coincidiendo con la aprobación del anteproyecto de la Ley de Representación Paritaria de mujeres y hombres en órganos de decisión, el Diari ha podido hablar con tres mujeres empresarias y directivas de empresa de nuestro territorio para conocer, no sólo su opinión sobre este nueva norma, sino su visión femenina como cargos directivos.
Para Sonia Mateo, presidenta de la Associació d’Empresàries i Emprenedores ADEE-BPW Tarragona, la ley «es perfecta, porque si no se hacer por ley no llegaremos a nada. Si no se impone (la paridad) no se conseguirá nada». No obstante, Mateo aclara que «también es cierto que no es cuestión solo de cubrir cuotas, sino que también tienen que existir unos méritos profesionales».
Esta directiva tiene claro que «en los últimos tiempos hemos avanzado mucho, porque muchas mujeres se han preparado más carreras empresariales y hemos avanzado en puestos de decisión de las empresas. Pero falta trabajo para alcanzar la paridad»
Mateo reconoce que, en su caso, «no me ha sido más difícil llegar a ocupar un cargo directivo por el hecho de ser mujer. Mi caso fue doblemente complicado porque vengo de una familia muy patriarcal y machista. Hace 16 años decidí irme de Argentina y empezar de cero. Llegué aquí y me propuse como objetivo trabajar en mi profesión y así fue». Según la presidenta de ADEE-BPW Tarragona «la mujer, por naturaleza, es más empática, más paciente en sus objetivos, más consecuente y más sensible -en la mayoría de los casos- que el hombre. Pero aquí no se trata de competir hombres contra mujeres, sino de complementarnos para conseguir los mejores objetivos».
A Merche Dalmau, propietaria de la Bodega Clos Galena (DOQ Priorat), el anteproyecto de la ley de paridad aprobado ayer le parece «bien, pero siempre que sean perfiles válidos, sean hombres o mujeres». Esta empresaria del mundo del vino opina que «hemos avanzado mucho, pero queda por hacer. En el campo del vino tenemos cada vez más mujeres enólogas o sumilleres, pero faltan mujeres que empiecen proyectos»
El caso de Dalmau fue algo atípico. «Me encontré con un proyecto que había llevado mi marido y lo cogí yo todo. En su momento no fue fácil, pero gracias a un gran equipo y a amigos y personas que me ayudaron muchísimo pude tirar hacia adelante y hacer crecer el proyecto», recuerda la propietaria de esta reconocida bodega del Priorat, quien también cree que la mujer directiva de empresa «puede aportar muchas cosas. Para empezar, nuestra visión es diferente a la de los hombres. La mujer es más intuitiva, más comprensiva con algunas cosas, más empática. Nos complementamos muy bien con los hombres. Yo soy de sumar, porque sumar nos ayuda a crecer y lo aplico en mi equipo».
Buscar la excelencia
Natàlia Altadill, CEO del Grupo Altadill, es muy clara al respecto del anteproyecto de ley aprobado ayer. «No me parece bien porque creo que no hay que diferenciar entre hombres y mujeres en los puestos directivos, sino en la calidad del trabajo que desarrollan. Hay que buscar la excelencia, independientemente de que seas hombre o mujer», asegura esta directiva.
Natàlia Altadill, igual que sus colegas, opina que «hemos avanzado mucho en las últimas generaciones en el hecho de que la mujer ocupe puestos directivos en las empresas y que las dirijan, a pesar de que todavía hay parte de la sociedad a la que hay que educar en este sentido porque no lo ve así. También es necesario que las mujeres se empoderen y vean que son capaces de dirigir una empresa. En mi caso no ha sido más difícil por ser mujer ocupar este cargo, porque en mi familia se ha visto como algo natural».
Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, defendió ayer que la ley de representación paritaria permitirá que España pase de las «recomendaciones» a «establecer obligaciones» que consoliden la igualdad de género en los ámbitos de decisión político y económico.
Calviño subrayó que los puestos de alta dirección deberán «ajustar» los procesos de selección para que se alcance este objetivo y recordó que en la actualidad, la presencia de mujeres en los consejos de administración de las sociedades cotizadas en España no llega al 30 % y está por debajo del 20 % en el caso de los puestos de alta dirección.
«Pasamos de las recomendaciones, los principios y las buenas prácticas que estaban vigentes hasta ahora a establecer obligaciones que permitan alcanzar y consolidar una igualdad de género efectiva en los ámbitos de decisión política y económica», destacó.