Cuando aún a día de hoy muchos ciudadanos se preguntan por qué su banco no les ha mejorado el interés que les paga por sus ahorros en depósitos, las entidades financieras han comenzado a bajar la remuneración que ofrece por estos productos.
En concreto, el tipo de interés medio que ofrecían los bancos para las nuevas operaciones a cierre del pasado mes de diciembre era del 2,58% por las imposiciones de hasta un año vista. Se trata de un registro inferior al 2,62% que ofrecían a sus clientes en noviembre, según los datos actualizados por el Banco de España.
Se trata del primer retroceso que sufren los intereses de los depósitos de ahorro después de la vorágine de tipos que ha llevado al Banco Central Europeo (BCE) a elevar el precio oficial del dinero desde el 0% en el que se encontraba a mediados de 2022 hasta el 4,5% actual.
La banca se ha anticipado a lo que Fráncfort pueda autorizar a partir de ahora con los tipos de interés oficiales, aunque el BCE ha aclarado por activa y por pasiva que, por ahora, no hay visos de que vayan a reducirse los tipos oficiales. Y que si lo hacen, dependerá de la evolución de los datos de inflación de la zona euro.
Tienen su vista puesta en verano, aunque parte del sector anticipa que puede ser en primavera.
Sea cuando fuere, los depósitos ya han comenzado a replegar la política de remuneración que han venido siguiendo los bancos en el último año y medio.
Una venta de imposiciones a plazo que se ha situado en el epicentro de la polémica, ya que los españoles han visto cómo sus entidades no han ofrecido un alza de tipos para su dinero que siguiera la estela -proporcionalmente hablando- que han dibujado los intereses del BCE.
Durante los primeros meses de esta política monetaria que arrancó en julio de 2022, con un incremento de tipos del 0% al 0,25% y después al 0,5%, el interés de los depósitos de ahorro de los españoles se mantuvo prácticamente inalterable, con algunos ascensos mínimos desde el 0% en el que se encontraban hasta entonces.
No fue prácticamente hasta finales de aquel año cuando los tipos del ahorro subieron hasta el entorno del 0,5%. Para entonces, los tipos oficiales ya apuntaban hasta el nivel del 2,5%. La brecha entre ambas referencias se fue ensanchando hasta finales de 2023, cuando los depósitos ofrecían más de un 2,6%, según las estadísticas del supervisor.
La diferencia con la tasa del BCE era entonces de casi dos puntos porcentuales.
Mientras, en el resto de la zona euro, la rentabilidad de los depósitos se ha situado muy por delante de la banca española, con tipos que han superado ampliamente el 3% desde hace meses. Esa diferencia activó las críticas de las organizaciones de consumidores de banca.