La ministra de Sanidad, Mónica García, ha explicado este miércoles que uno de los elementos más importantes del nuevo estatuto marco que se está negociando con los sindicatos es la introducción de la jornada máxima de 17 horas para acabar con las guardias de 24 horas que hacen los profesionales sanitarios. “Son una aberración”, ha dicho en rueda de prensa la ministra sobre las guardias de un día completo, al preguntarle por el documento que marcará las condiciones laborales de los profesionales sanitarios. Otra cuestión que ha destacado la ministra es el tema de la exclusividad. Los puestos directivos, como los jefes de servicio, no podrán contabilizar el trabajo en la sanidad pública con otros trabajos.
García ha dicho que quiere ser escrupulosa porque aún se está negociando el documento, pero ha adelantado algunas de las medidas que contiene, en las que ya se ha avanzado en la negociación. La ministra ha reiterado su intención de acabar con las guardias de 24 horas. “Lo que hemos propuesto es que la suma de la jornada ordinaria de guardia no supere las 17 horas, que ya está bien”, ha dicho García, quien ha apuntado que se deberán respetar los descansos y que las horas de guardia deberán contar como trabajadas.
“Es un clamor que las guardias de 24 horas son completamente anacrónicas y ponen en riesgo la salud de los profesionales y de los pacientes”, ha argumentado García, quien ha enmarcado la medida en el “contexto de reducción de la jornada laboral” por el cual lucha Sumar. Ha argumentado que en muchos países donde estas guardias no existen, se han reorganizado a pesar de tener una ratio menor de médicos, como en Suecia. “En España hay profesionales que están haciendo más de 60 horas a la semana y las horas de guardia no cuentan”, ha denunciado.
La ministra ha añadido que habrá un tiempo para que los servicios se puedan adaptar a esta restricción sobre las guardias. Según ha dicho, sin embargo, algunos ya lo han hecho.
Otra medida que Sanidad ha introducido en el estatuto marco es la recuperación del complemento de exclusividad y la restricción en este sentido para los puestos de más responsabilidad. Un jefe de servicio de un hospital público no podrá trabajar al mismo tiempo en el sector privado. Esta medida busca prevenir conflictos de interés y garantizar una dedicación exclusiva. García ha hecho referencia a casos con “beneficios obscenos” de médicos que “amparándose en el prestigio que da la sanidad pública” luego realizan otros trabajos en el sector privado.
El estatuto marco también introducirá medidas de paridad para garantizar la presencia equilibrada de hombres y mujeres en los órganos de decisión y directivos. García ha constatado que es “paradigmático” que en un sector feminizado como el sanitario, con un 70% de mujeres, solo un 30% de ellas accedan a puestos de responsabilidad.
El documento ya ha sido enviado a sindicatos y a las comunidades autónomas.
Repartir los fondos de Muface a las comunidades
Sobre la situación actual de Muface, García ha reiterado que son las aseguradoras las que “han abandonado a los mutualistas porque no les son rentables al haberse hecho grandes”. “No vamos a pagar los platos rotos de las aseguradoras”, ha advertido la ministra, quien ha recordado, en todo caso, que esta cuestión no es competencia de su ministerio, sino del de Función Pública.
Ha insistido en que la sanidad pública acogerá con los brazos abiertos a este 2% de mutualistas que llegarían, y cree que los recursos económicos deberán ir luego a las comunidades autónomas. Sobre las autonomías que se quejan de este incremento repentino de personas que deberían atender, les ha animado a hacer más inversión en sanidad.
Por otro lado, y en cuanto a la situación de la gripe, ha constatado que la intensidad de la curva es en este momento menor que en los dos años anteriores y se ha mostrado moderadamente optimista. Ahora bien, ha constatado que los centros sanitarios están tensionados y ha lamentado que haya comunidades que argumenten que es lo que pasa cada año, sin ninguna voluntad de mejorar la atención. En este punto, ha cargado contra las comunidades del PP por “boicotear un protocolo común” con indicadores compartidos sobre la gripe. “Han preferido anteponer sus intereses partidistas por encima de la salud de la población”, ha concluido.