Hace unos días moría en el Zoo de Barcelona la elefanta Yoyo, uno de los animales más representativos y queridos de la instalación y que antes de llegar a la capital catalana estuvo en el entonces parque de Rioleón de Albinyana.
La muerte de la elefanta fue sentida por generaciones que la vieron en el Zoo de Barcelona. Era la elefanta más longeva del mundo y se cree vivió más de 54 años superando en mucho la esperanza de vida de los elefantes africanos en entornos de cuidado humano y que es de 39 años.
Según publica El Periódico, la elefanta Yoyo, seguirá de alguna manera presente ya que su cuerpo servirá para la ciencia.
Biblioteca arqueológica
Arqueólogos del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-Cerca) acudieron al zoo barcelonés para extraer el esqueleto de Yoyo que permitirá «una biblioteca arqueológica» para estudios a nivel mundial, como puede ser la evolución de estos animales.
¿Qué permitirán estudiar los restos de Yoyo más allá de la longevidad que ha tenido?
En el mundo hay pocos esqueletos completos de elefantes preservados de manera íntegra para la ciencia. IPHES-Cerca explica que los huesos de Yoyo ayudarán a estudiar la historia de los mamuts que vivieron en la península ibérica y su evolución.
Modelos virtuales
Los restos de la elefanta van a la sede del IPHES-Cerca en Tarragona, donde tras la limpieza y procesamiento permitirán crear modelos virtuales en tres dimensiones.
La reconstrucción de los huesos estará al alcance de historiadores, veterinarios, arqueólogos, estudiantes y curiosos. Los restos permitirán formarán un catálogo que facilitará a los investigadores comparar con restos que puedan encontrar en excavaciones pudiendo determinar las especies que se puedan ir encontrando en los yacimientos.