Tarragona ha brillado en Expoquimia. El polo petroquímico más importante del sur de Europa se ha mostrado esta semana en Barcelona, donde las ferias Expoquimia y Equiplast 2023, celebradas en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona, cerraron puertas con un balance de 590 expositores directos, más de 1.500 marcas representadas y 18.882 visitantes.
Entre el martes y el viernes, este clúster se reivindicó como uno de los más dinámicos e innovadores de la Unión Europea, con proyectos de referencia en el ámbito industrial, académico y emprendedor, en un evento que, superada la pandemia, se ha enfocado claramente al negocio.
Así lo explica Carles Navarro, presidente del comité organizador de Expoquimia y vicepresidente de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), además de director general de BASF Española: «Los estands han trabajado, la gente ha discutido de negocios y ha hecho negocios, que es el principal objetivo de una feria. La primera prioridad es que los expositores vuelvan habiendo hecho negocio».
En este contexto, el polo petroquímico de Tarragona fue uno de los actores que buscó y le dio forma a ese negocio: mostrando proyectos y soluciones innovadoras, protagonizando charlas, reivindicándose como un referente en economía circular y descarbonización.
Tarragona se reivindicó como uno de los clústers más dinámicos e innovadores de Europa
Ricard Garcia Valls, director de la Unidad de Tecnología Química de Eurecat y profesor de Ingeniería Química en la Universitat Rovira i Virgili (URV), además de presidente del comité científico del Congreso Mediterráneo de Ingeniería Química (que en el marco de Expoquimia celebró este año su decimoquinta edición), constata que la mirada externa que se tiene sobre el liderazgo de Tarragona en la transformación de la industria química se está consolidando y va a más.
Capacidad de atracción
«La realidad está cambiando -explica Ricard Garcia Valls-, y tenemos empresas de otras zonas de Catalunya que deciden desarrollar sus proyectos en Tarragona. Si seguimos haciendo las cosas bien desde Tarragona, cada vez vendrán más empresas desde fuera [del ámbito territorial de Tarragona] a hacer las cosas aquí».
«La gente -prosigue- nos va trayendo proyectos, independientemente de qué zona de Catalunya sean, y eso es bueno. Que reconozcan Tarragona como el polo de descarbonización y de hidrógeno verde que somos, es importante».
«Que reconozcan Tarragona como el polo de descarbonización y de hidrógeno verde que somos, es importante»
Ricard Garcia Valls (Eurecat y URV)
Esta capacidad de atracción de proyectos empresariales a la que alude este ingeniero químico se refiere en este caso a la tarea de Eurecat, un centro tecnológico catalán multisede, que en Tarragona tiene su referente en industria química, y que contó con uno de los estands a los que se acercaron los asistentes interesados en explorar nuevas oportunidades de negocio para sus empresas.
Descarbonización con hidrógeno verde (o bajo en carbono, como también se está defendiendo desde el sector en tanto que tecnología puente en la transición energética), plásticos circulares con nuevos materiales y polímeros fácilmente reciclables y biodegradables, junto a soluciones de escalado industrial (con una nueva línea de plantas piloto a disposición de las empresas) son los tres ejes con los que Eurecat desembarcó en Expoquimia.
Junto a estas propuestas, dos proyectos europeos (SunCoChem y BiZeolCat) liderados por Eurecat, formaron parte de la selección de spin-offs, startups y proyectos europeos que se mostraron en el espacio Tech Transfer & Innovation Area, donde tuvieron la oportunidad de explicar sus tecnologías en nuevos catalizadores sostenibles (BiZeolCat) o captura y uso de CO2 (SunCoChem).
Inversores atentos
El desembarco de Tarragona en este espacio dedicado a la transferencia tecnológica y el emprendimiento no se limitó al centro de Eurecat ubicado en el ámbito del campus Sescelades de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona.
Expoquimia y Equiplast 2023 cerraron puertas con un balance de 590 expositores directos, más de 1.500 marcas representadas y 18.882 visitantes
En este mismo polo de conocimiento académico y de transferencia tecnológica, el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ) presentó el proyecto europeo Licrox, liderado por esta institución y orientado a obtener «una célula fotoelectroquímica capaz de llevar a cabo oxidación del agua y reducción del CO2 en un solo dispositivo, utilizando la gestión de la luz y una celda fotovoltaica orgánica para que la fuente de energía sea solo luz solar», explica Laura López, project manager del ICIQ.
Tras una inversión de más de 3,2 millones de euros y casi tres años de trabajo, el proyecto europeo terminará el próximo mes de agosto, pero no su recorrido. Como en otros casos, los resultados no se quedarán guardados en los laboratorios del ICIQ, sino que buscarán (igual que hacen desde Eurecat o la URV) esa aplicación en la industria, mediante la licencia de patentes o la constitución de spin-offs que luego se transformen en startups.
Un ejemplo de éxito en este proceso de transferencia tecnológica es el de Jolt, la tercera spin-off surgida del ICIQ, que esta semana, en el marco de Expoquimia (donde formó parte de la selección de startups en el marketplace de soluciones innovadoras en economía circular organizado por ACCIÓ), anunció el cierre de una ronda de financiación de 6 millones de euros para consolidar su propuesta de soluciones catalíticas para electrolizadores de agua en el sector del hidrógeno verde.
Con esta inversión liderada por Climentum Capital, Ship2B Ventures y Axon Partners Group, además de dos sociedades familiares y el inversor inicial NET, esta startup nacida en Tarragona pondrá en marcha, en el año 2024, su primera planta de producción de electrodos, además de un laboratorio de última generación.
«La clave para llegar al horizonte de 2050 está en entender la importancia de esas tecnologías puente, como el hidrógeno bajo en carbono o las tecnologías CCUS»
Ignasi Cañagueral (AEQT)
La consolidación del polo petroquímico de Tarragona como referente europeo en descarbonización y economía circular fue palpable, también, en la dimensión más congresual de Expoquimia donde, en palabras del presidente de su comité organizador, Carles Navarro, «la gente viene a escuchar charlas, a participar del congreso y a informarse de las novedades». En esas novedades, Tarragona tuvo mucho que decir.
Lo hizo en la presentación conjunta del clúster ChemMed Tarragona y la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT), en el espacio ‘Smart Chemistry, Smart Future’ liderado por Feique, donde bajo el título ChemMed Tarragona: presente y futuro del principal clúster petroquímico del sur de Europa, dieron a conocer proyectos como el uso de agua regenerada en el polo petroquímico de Tarragona, donde desde hace una década, a través de Aitasa, este clúster es un referente.
Con un 19% del agua de consumo industrial del polo petroquímico de Tarragona procedente de depuradoras municipales, el objetivo es ahora alcanzar un 40% de ese consumo a partir de la regeneración de aguas residuales industriales.
Eficiencia, electrificación y uso de energías renovables, circularidad y uso de materias primas bajas en carbono, junto a hidrógeno bajo en carbono, además de Captura, Almacenamiento y Uso de CO2 (CAUC o CCUS, por sus siglas en inglés) son los ejes mediante los que ChemMed Tarragona quiere alcanzar el objetivo de neutralidad climática en 2050.
La Comisión Europea ha fijado en el año 2050 el objetivo de convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro del mundo
Unos ejes compartidos por toda la industria química europea, que tiene ante sí el reto de ayudar a que Europa se convierta, en ese horizonte del año 2050, en el primer continente climáticamente neutro del planeta. De ello se habló en una de las mesas redondas más destacadas del espacio ‘Smart Chemistry, Smart Future’, titulada La Industria Química ante los Retos del Green Deal, donde participaron, entre otros ponentes, la presidenta de Feique y presidenta de Air Liquide España, Teresa Rasero, y el presidente de la AEQT y presidente de ChemMed Tarragona, además de director de Dow Tarragona, Ignasi Cañagueral.
Riesgos en el horizonte
«Todos tenemos el horizonte de 2050 alineado -explicó Ignasi Cañagueral, de la AEQT-, pero tenemos que llegar a ello a través de tecnologías puente existentes hoy. Descarbonizar la industria química significa descarbonizar los crackers -explicó, en referencia a estas unidades que convierten las naftas en las olefinas (en esencia, etileno y propileno) con las que luego se fabrican polímeros como el polietileno y el polipropileno, y de las que el polo petroquímico de Tarragona cuenta con dos-, de lo que se trata es de cómo llegamos a 2040 y a 2050 sin morir en el intento».
«La clave -prosiguió Ignasi Cañagueral- está en entender la importancia de esas tecnologías puente, como el hidrógeno bajo en carbono o las tecnologías CCUS (Captura, Almacenamiento y Uso de CO2), porque el CO2 tenemos que quitarlo de la atmósfera. En unos años sabremos cómo sacarle partido a ese CO2, pero ahora tenemos que sacarlo de la atmósfera, y convencer a la clase política de esa necesidad es clave».
«Esto no va de una sola tecnología, y si apostamos todo a una sola carta, estamos hablando de ideologías»
Teresa Rasero (Feique)
En este punto, Ignasi Cañagueral destacó el gran avance experimentado por «China y EEUU, con un nivel de subvenciones nunca visto para la disminución de las emisiones de CO2, que no se da en Europa. El componente de competitividad es fundamental, y necesitamos apoyo social y regulatorio, pero no solo eso: también subvenciones».
Teresa Rasero, presidenta de Feique, coincidió en que «la industria y el país tienen una tremenda oportunidad, pero si no la aprovechamos, tendremos un problema. Si las inversiones no llegan en el momento adecuado, luego no podremos seguir. Ese retraso, si no aprovechamos hoy, lo vamos a pagar. Porque, además, esto no va de una sola tecnología, y si apostamos todo a una sola carta, estamos hablando de ideologías».
Toque de atención
«Vamos a cerrar centrales nucleares -añadió Ignasi Cañagueral, de la AEQT-, no queremos líneas de alta tensión... ¿cómo vamos a sacar los gigawatios de renovables que vamos a necesitar para electrificar esta industria? Los EEUU -insistió Ignasi Cañagueral- nos están adelantando por la derecha y, si no nos movemos, va a ser un drama. Y pensábamos que en la Unión Europea íbamos a poner tasas al material contaminado, con huella de carbono, que llegaría de China, pero resulta que nos llega más descarbonizado que lo que estamos haciendo aquí».
Jolt, spin-off del ICIQ, anunció el cierre de una ronda de financiación de 6 millones de euros para su proyecto en el sector del hidrógeno verde
El toque de atención fue claro y compartido. En declaraciones a EFE en el marco de Expoquimia, Carles Navarro, vicepresidente de Feique, lamentó que las administraciones públicas, desde las locales hasta las de la Unión Europea, aprueben normativas medioambientales «muy estrictas», que suponen objetivos que comparten pero que les «complican la vida, porque la velocidad de los cambios es muy alta».
«Las empresas grandes -aseguró Carles Navarro, también director general de BASF Española- tenemos problemas para seguirlas», mientras que las pymes se enfrentan a «muchas dificultades».
Ante esta situación, emplazó a las administraciones públicas a «prestar más atención a la capacidad de la industria para absorber la legislación nueva y hacer las cosas más sencillas, sin multiplicar las normas, para que se puedan aplicar», tomando como referencia el modo de regular de EEUU, «con una estructura muy ágil y que está teniendo un gran efecto a la hora de movilizar inversiones».
«En Europa -alertó Carles Navarro- la normativa se ha ido complicando. Muchos empiezan a pensar que si no hacemos que sea fácil fluir hacia la descarbonización, vamos a perder impulso».