Tuberías para la base de lanzamiento del cohete Ariane en el Puerto Espacial de Kourou de la Agencia Espacial Europea (ESA) en la Guayana Francesa, para centrales hidroeléctricas en Indonesia, plantas de ciclo combinado en Brasil o regasificadoras en Bélgica. Desde Camarles, y con ingeniería cien por cien local.
Las instalaciones en el Baix Ebre de esta multinacional austriaca con sede en Klagenfurt, fruto de la joint venture entre Amiantit y Hobas Europe, dedicada al diseño, fabricación y suministro de tuberías y accesorios de Poliéster Reforzado con Fibra de Vidrio (PRFV), se han consolidado como el referente del grupo en el área de ingeniería, además de encabezar la capacidad de producción de entre sus siete fábricas (con seis en Europa y una más en Marruecos).
Con dos grandes áreas de actividad (la división de obra civil y la industrial), Amiblu Pipes Spain (nombre de la sociedad con sede en Camarles), donde trabajan unas 185 personas de forma estable en unas instalaciones de unos 18.000 metros cuadrados construidos sobre un terreno de unos 35.000 metros cuadrados, lideran todos los proyectos industriales internacionales del grupo.
En Camarles se llevan a cabo proyectos industriales ‘llaves en mano’, desde la fase de ingeniería a la logística, pasando por la fabricación -con tuberías en PRFV y accesorios a medida de las necesidades del cliente-, incluyendo el desplazamiento de equipos de trabajadores especializados hasta su ubicación final, que se encargan de acompañar su montaje y puesta en marcha.
Cerca de tres décadas de historia de esta empresa en el Baix Ebre -desde su inauguración como Owens Corning Tubs en 1994- y varios cambios de propiedad y denominación (hasta la vigente Amiblu Pipes Spain en octubre de 2018) son la razón que explica en parte este liderazgo en el área de proyectos de ingeniería internacionales.
Lo explica Xavier Arasanz, director general de Amiblu en España: «Cuando llegó la crisis de 2008, las personas que estaban al frente entonces de esta fábrica de Camarles decidieron buscar alternativas» ante el parón en seco de una actividad que se había disparado en los años precedentes con obras civiles en plantas de desalinización y regadíos por toda España.
Como tantas empresas en esos años, buscaron esas oportunidades en mercados exteriores, internacionalizando su actividad y diversificando. Así fue cómo, ya en el año 2014, se creó en Camarles una división industrial enfocada a la internacionalización que ha crecido hasta consolidarse hoy en el referente del grupo, donde si bien los procesos de comercialización pueden arrancar en otras localizaciones, siempre terminan recurriendo a Camarles en su fase de ingeniería y ejecución.
Con una previsión de facturación para este año 2022 de 45 millones de euros y un crecimiento esperado del 10% real (no vinculado a los costes derivados de la inflación) para el año que viene, alrededor de un 25% de su negocio corresponde hoy a la división industrial, mientras que el restante 75% se concentra en la obra civil, con el suministro de tuberías y accesorios para redes de abastecimiento de agua potable y saneamiento urbanos, así como canales de riego, como actividades principales.
En esta área de negocio, Amiblu ha encontrado una oportunidad de crecimiento en el suministro de tuberías a medida para la rehabilitación de antiguas redes de abastecimiento de agua y saneamiento urbanos, con proyectos como la rehabilitación del colector de la ciudad de San Sebastián (País Vasco), el primer gran proyecto en el que participa esta empresa tras la puesta en marcha, a principios de año, de una nueva línea de fabricación de tuberías no circulares en Camarles, donde invirtió 3 millones de euros.
La capacidad de fabricar tuberías y accesorios en formatos que no son los estándares circulares de hoy en día permite a esta empresa facilitar la renovación de entramados subterráneos urbanos en muchos casos centenarios, con formas abovedadas y construidos con materiales que van desde los ladrillos vistos hasta el hormigón, sin necesidad de intervenciones al aire libre, ‘insertando’ la nueva canalización en el interior de las viejas estructuras.
La posibilidad de fabricar moldes únicos y a medida de las necesidades de cada proyecto, junto a una vida útil de sus tuberías que cifran en al menos 150 años de estanqueidad en su funcionamiento, completan una oferta de valor sobre la que este centro industrial en Camarles quiere sustentar parte de su futuro crecimiento. Tras el proyecto de San Sebastián, Amiblu en Camarles está involucrada en proyectos con tuberías no circulares en Francia, Bélgica, Alemania y Canadá.
La segunda baza con la que cuenta Amiblu en Camarles es seguir creciendo en el área industrial, con la vista puesta en las crecientes expectativas que se están generando alrededor de la transición energética, el hidrógeno verde y el biogás, sin dejar de prestar atención a importantes proyectos locales, como el futuro Col·lector de Salmorres de la Conca del Llobregat impulsado por la Generalitat de Catalunya.
En proyectos como este último, Xavier Arasanz se muestra confiado en que «desde la Administración se valore que, pese a que nuestro material quizás pueda ser más costoso que el de otras empresas de fuera de la Unión Europea, procede de una empresa involucrada tanto con el territorio como con la sostenibilidad».
A principios de año, Amiblu en Camarles se propuso ser una empresa neutra en emisiones, en una transición iniciada años atrás que les ha permitido pasar de unas 2.000 toneladas de CO2 hace dos años a menos de 800 toneladas.
Tras invertir unos 350.000 euros en la instalación de más de un millar de placas fotovoltaicas y certificar su consumo energético con fuentes 100% renovables, hoy es capaz de autogenerar un 27% de su consumo eléctrico.