Los payeses de Terres de l’Ebre y Camp de Tarragona que se quedaron la noche de este miércoles en Barcelona están regresando a casa este jueves por la mañana. Han salido de Barcelona a las siete de la mañana y alrededor de las 12 del mediodía se encontraban a la altura de Torredembarra.
Uno de ellos es el arrocero ampostino Dani Forcadell, que ha pasado la noche en su tractor, entre la Avenida Diagonal de Barcelona y Passeig de Gràcia. Valora positivamente estas dos jornadas de reivindicación. «Estamos muy satisfechos y contentos. La gente nos ha acompañado mucho y todos nos han dado muestras de apoyo. Creo que hemos conseguido presionar. No es lo mismo negociar con cuatro personas que con mil tractores que colapsan la Diagonal de Barcelona», valora.
Forcadell reflexiona que en ciertas ocasiones el sector agrícola ha pecado de estar desunido: «Cada uno tiene su sector y hay divisiones, los de los cítricos, la viña, el arroz... Y dentro de cada sector después cada uno tiene una situación diferente, unas hectáreas, unos trabajadores... Y todo ello nos lleva a la desunión. Pero lo de esta vez ha sido distinto: ¿cómo tenemos que estar de mal cuando nos hemos unido todos en un único clamo? Esto significa que algo no funciona, que no se están haciendo bien las cosas», considera.
De entre las quejas principales de los agricultores, como ya explicó el Diari, hay el exceso de burocracia que les piden para cualquier trámite o ayuda y las rígidas condiciones de las normas, la falta de precios justos por sus productos para alcanzar una mínima rentabilidad o la subida de los costes producción. Otra de las quejas de los agricultores se refiere a la entrada de productos procedentes de terceros países que no cumplen la normativa aplicable aquí. Así como las restricciones que ya han sufrido desde hace meses por la sequía, cuando otros sectores como el turístico no las han tenido.
«Están consiguiendo que cada vez desaparezcan más payeses, sobre todo el pequeño y mediano, y están fomentando las grandes empresas», considera Forcadell.
Hay que recordar que el corte de autopista de los tractores iniciado el pasado martes duró 24 horas y el viaje hasta Barcelona desde l’Aldea unas diez. Los payeses están agotados, han pasado ya el lindar de la extenuación. Los que han pasado la noche en Barcelona lo han hecho dentro de las cabinas de sus tractores y este jueves han iniciado un viaje de regreso de siete u ocho horas de nuevo. «Estamos francamente agotados, creo que hemos pasado ya la frontera del agotamiento», ha sentenciado.
En principio, su llegada estaba prevista alrededor de las 14.30 horas a la Torred de la Candela, en L’Aldea.