Los caminos de ronda eran utilizados antiguamente por pescadores, pues a través de ellos podían comunicarse con las distintas poblaciones de la costa. En los años de la guerra no solo servían de enlace entre municipios de pescadores, sino que también se utilizaban como red de control del estraperlo de alimentos. Pero actualmente estos caminos se han convertido en espacios de paseo, como el GR-92, que comprende L’Ametlla de Mar, El Perelló y L’Ampolla.
Siendo uno de los tramos de costa es uno de los más bien protegidos y poco alterados de Catalunya, la ruta del GR-92 se inicia en la playa del Alguer de L’Ametlla de Mar y transcurre por el sendero que coincide con los caminos de ronda de esta zona. Es un itinerario de baja dificultad, que se puede realizar con amigos o niños pequeños, y que nos permitirá refrescarnos y disfrutar del valor natural que conforman cada una de las calas desiertas que encontraremos por el camino.
La distancia que separa L’Ametlla de Mar y L’Ampolla son 16 kilómetros, que se pueden realizar en unas cuatro horas.
Camino de playas y calas
A lo largo del recorrido del GR-92 encontraremos un gran número de playas y calas tranquilas dónde descansar y tomar un baño. Este es uno de los motivos que hacen que, en primavera y verano, este itinerario esté bastante transitado. Algunas de las ubicaciones de las que se puede disfrutar son la Cala Pepo, la a Cala Bon Caponet y la playa del Bon Capó o el Cap y la Cala de Santes Creus, en L’Ametlla de Mar; la Cala de l’Estany Podrit, la Roca de l’Illot y la playa del Àliga en L’Ampolla, así como la Cala Moros, la Playa de Santa Llúcia, la Playa del Morro de Gos y la Cala Buena, entre otras, del Perelló.
Para el trayecto es recomendable llevar una bolsa para guardar todos los residuos que generemos, así como para recoger los que encontremos por el camino. El GR-92 atraviesa toda Catalunya por la costa enlazando Portbou con Ulldecona. Además, es parte del sendero europeo E-10 y tiene continuidad por Francia y la Comunidad Valenciana.