La Direcció General de Memòria Democràtica del Departament de Justícia, Drets i Memòria ha recuperado los restos de seis soldados del ejército franquista muertos durante la batalla del Ebre, enterradas en una fosa del cementerio de Masdenverge (Montsià).
La excavación arqueológica se ha ejecutado de urgencia, dado que las futuras obras de remodelación del lugar podrían llegar a echar a perder el espacio. Además de los restos óseos, los arqueólogos también han recuperado varios objetos materiales asociados a los soldados, como por ejemplo una chapa de identificación, una cantimplora y munición abundante.
Según las fuentes documentales a que ha tenido acceso el Departament, en la fosa podría haber hasta un total de 20 soldados enterrados. Por esta razón, y una vez atendida la emergencia de la intervención, la Direcció General de Memòria Democràtica prevé llevar a cabo, a lo largo de 2023, una segunda fase de trabajos para completar la excavación de toda la fosa.
La fosa del cementerio de Masdenverge está documentada a partir de los trabajos de Queralt Solé (2008) y de Jordi Ramos (2019), este último encargado por la Direcció General de Memòria Democràtica para ampliar la información de las fosas del Montsià.
Se trata de una fosa confirmada y localizada adentro del cementerio, en la cual se enterraron hasta unos veinte soldados del ejército franquista, muertos entre el 26 y 27 de julio de 1938, en el contexto de los primeros combates de la batalla del Ebre. La ficha completa de la fosa se puede consultar en el web del Banco de la Memoria Democrática.
Este trabajo arqueológico es una muestra de las intervenciones sobrevenidas en fosas que la Direcció General de Memòria Democràtica hace habitualmente, además de las actuaciones programadas en el Plan de fosas.
Identificar los restos y devolverlos a las familias
Con la extracción de una muestra de tejido óseo se espera obtener el perfil genético de estos individuos, para poderlo cruzar con los perfiles genéticos de los familiares de que dispone el Programa de identificación genética, centralizado por el laboratorio de genética del Hospital Universitari de la Vall d’Hebrón. Con carácter previo, los familiares interesados a hacerse una prueba genética se tienen que inscribir al censo de personas desaparecidas.
El objetivo final, en todos los casos, es identificar los restos y devolverlos a la familia. En caso de que no sea posible determinar la identidad, los restos son inhumados al cementerio del municipio donde fueron encontrados.