El Vaticano ha decidido disolver una rama de la Iglesia —el Sodalicio de Vida Cristiana— a raíz de una profunda investigación interna que expone prácticas propias de una secta abusiva, tal y como ha adelantado este lunes RAC1. El grupo, fundado en 1971 por Luis Fernando Figari, ha sido acusado de perpetuar centenares de casos de abusos sexuales, castigos físicos, sadismo y sometimiento, además de estar implicado en un entramado de blanqueo de capitales mediante la creación de empresas pantalla en paraísos fiscales.
Bajo el apodo de “James Bond del Vaticano”, Jordi Bertomeu, natural de Tortosa y reconocido por su labor contra la pedofilia dentro de la Iglesia, ha recopilado decenas de testimonios que documentan la severa represión y control de los fieles. Según la investigación, los miembros del Sodalicio —que cuentan con más de 20.000 seguidores en todo el mundo, especialmente en América Latina y Estados Unidos— están obligados a obedecer a sus líderes en cuestiones tan básicas como la alimentación o el acceso a la información, estando expuestos a castigos que incluyen desde lanzarse al mar desde rocas en invierno hasta ser obligados a consumir alimentos de manera humillante.
La denuncia también recoge datos sobre un sofisticado sistema de blanqueo de dinero, que habría permitido la circulación ilícita de hasta 1.000 millones de dólares desde la fundación del grupo. Este dinero se habría utilizado para financiar actividades y adquirir inmuebles, mediante alquileres gestionados a través de diversas plataformas, lo que agrava aún más la gravedad de los hechos denunciados.
Entre las sorprendentes revelaciones de la investigación se encuentran también las conexiones del Sodalicio con poderosos círculos internacionales. Documentos y testimonios avalan la existencia de nexos con las esferas más altas del gobierno de Donald Trump, prominentes figuras de la extrema derecha española —como las representadas por Hazte Oír y la Falange de Primo de Rivera—, e incluso oligarcas rusos, lo que convierte este caso en uno de los escándalos más impactantes en la historia reciente de la Iglesia.
Este lunes por la mañana, a las 10:30, se prevé la celebración en Roma de una reunión en uno de los dicasterios del Vaticano, en la que se entregará el decreto firmado por el Papa Francisco que ordena la disolución formal de esta rama. Con ello, la Santa Sede reconoce de forma inédita que una parte de su propia institución ha actuado como una secta abusiva.
Las revelaciones de Jordi Bertomeu y la información de Rac1 suponen un golpe tremendo a la imagen de una Iglesia que se ve obligada a enfrentar no solo escándalos internos de abuso y represión, sino también complejas redes de corrupción internacional que han permitido blanquear sumas millonarias a lo largo de décadas.