Xisco Muñoz (Manacor, 05/01/1980) no tiene 20 años. Tampoco es un veterano pasado. A sus 35 años su forma física es envidiable. Requiere sus cuidados, como todos, pero está en un nivel superior al óptimo. Al menos así lo ha demostrado sobre el terreno de juego. Siempre con la quinta marcha puesta. Intenso, de principio a fin. Un trabajador sacrificado que se tira el equipo a la espalda –como hizo en Ponferrada– sin titubear. Con la naturalidad del líder que lleva dentro.
Le acompaña además una voluntad férrea de ser algo más que un jugador útil en Tarragona y tras volver a contar para el míster, Vicente Moreno, el de Manacor está decidido a convertirse en un jugador importante para el Nàstic.
«Estoy en el mejor momento desde que llegué a Tarragona», admitió ayer el atacante mallorquín. Completar la pretemporada le ha ayudado. Esa etapa es crucial para un jugador que requiere un mayor esfuerzo para ponerse a tono. Lo notó el curso pasado. Llegó al Nàsci en el mercado de invierno. Quiso alcanzar el ritmo de sus compañeros, pero no llegó a tiempo. Pese a ello, ayudó a lograr el objetivo del ascenso en los 13 partidos que disputó.
Este años una lesión le impidió partir desde el incio. Un pequeño paso atrás. Nada más. El empeño en tirar hacia adelante le ha vuelto a colocar entre los hombres de rotación. Alguno se daría por satisfecho. No Xisco Muñoz. Su mentalidad le impide aceptar un rol secundario. Se siente bien y ansía más protagonismo.«A ver si este buen momento se traduce en minutos», dejaba caer ante los medios. Un claro mensaje hacia el entrenador. «Hay que valorar el trabajo de mis compañeros, pero espero mi oportunidad. Tengo ganas de verme dentro y conseguir esa continuidad que me hace falta».
Xisco Muñoz ha jugado 38 minutos en los últimos dos partidos de liga y 90 en Copa del Rey. Tres encuentros en los que solo ha sido titular en Almería, en el torneo copero, jugando como hombre más avanzado.
En este tiempo ha logrado anotar un gol. El que daba el empate momentáneo ante la Ponferradina en El Toralín. Después llegaría el gol de Basha para los bercianos y el de Álex López, a pase del propio Xisco, que supuso el 2-2 definitivo.
«He marcado goles toda mi vida y sé cómo va esto. Depende de las oportunidades. Hay momentos que un delantero las marcará y otras fallará pero tiene que ser constante, trabajador y saber que vive de esto. Espero tener más oportunidades», insistía.
Esa oportunidad podría llegar ante el Numancia, en un campo –el Nuevo Los Pajaritos– que para Xisco Muñoz es «uno de esos estadios difíciles». El futbolista grana ve al equipo que «está compitiendo siempre y con buenas sensaciones», por lo que no tiene dudas de que «si seguimos con esa dinámica, con una alta presión e intensidad obtendremos buenos resultados».
El delantero quiere que se valore «la buena posición del equipo en la tabla» y, al mismo tiempo «seguir exigiendo para lograr cuanto antes la salvación». Porque el balear dejó claro que «el objetivo es salvarse. El grupo, el míster, la gente es ambiciosa pero habrá momentos difíciles. Por eso el primer reto es la salvación y luego ya vendrán otros retos».
