Valverde y Mbappé firman la sexta Supercopa de Europa del Real Madrid

El delantero francés se estrenó con un golazo en un duelo en el que también brillaron Jude y Vini

14 agosto 2024 23:17 | Actualizado a 14 agosto 2024 23:18
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A Kylian Mbappé le ha bastado un partido para comprobar de primera mano los múltiples beneficios que apareja jugar en el Real Madrid. En un duelo de lo más espinoso ante el Atalanta, Vincius y Bellingham se desvivieron porque el crack de Bondy firmase su estreno soñado con el conjunto de Chamartín. Y el astro galo respondió al derroche de energía y calidad de sus nuevos compañeros rubricando el primero del que se avecina como una larguísima colección de golazos con el club de sus amores. El tanto, un derechazo inapelable a la escuadra, sentenció un pleito discutidísimo ante la siempre peleona tropa de Gasperini que permitió al Real Madrid alzar su sexta Supercopa de Europa.

El cuadro de Chamartín desfiló por el Estadio Nacional de Varsovia con traje de etiqueta ante el Atalanta, un equipo de autor cuyo sastre, Gian Piero Gasperini, está teniendo que aplicar remiendo tras remiendo en un verano tórrido.

Pese a ello, el piamontés, compañero de pupitre en su día de Carletto, ha imprimido un carácter intrépido al conjunto bergamasco que permea cada una de sus apariciones sobre el césped. Independientemente de cuál sea el rival, los ‘nerazzurri’ luchan con valentía, marcando de forma individual y desplegando una presión asfixiante que incomoda a cualquiera.

Mantuvo sus naipes Ancelotti a vuelta de vestuarios y el Atalanta volvió a desatar la alarma nada más reanudarse el choque con un testarazo de Pasalic que exigió una soberbia parada de Courtois. Sin embargo, los blancos ganaron consistencia los campeones de Europa a medida que Mbappé y Vinicius permutaban sus posiciones y Bellingham se arrogaba el bastón de mando. Fue Vinicius quien desarboló a la Dea con un desborde marca de la casa que dejó clavado a Djimsiti antes de meter el pase de la muerte a Valverde, determinante apareciendo en la zona del nueve. El Real Madrid olía sangre y amenazaba con poner el descabello. Lo hizo Mbappé, que cumplió el guion soñando recogiendo un servicio de Bellingham después de que un robo de Rodrygo pusiese en desbandada al Atalanta para enjaular el esférico con un derechazo a la escuadra. La fiesta solo está empezando.

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