Todo el mundo debería ver al menos una vez en su vida a los Harlem Globetrotters. Si encima es amante del baloncesto hacerlo se convierte en una obligación.
No hay nada parecido. La mezcla de jugadas sensacionales y de espectáculo humorístico es sencillamente perfecta, única y efectiva. El numeroso público de la Tarraco Arena Plaça (TAP) disfrutó en grande de las locuras de Hi-Lite, las bromas de Chesse y los mates de Dragon, Swish, Beast y compañía.
‘Globie’, la mascota del equipo, abrió el espectáculo con el juego de la silla con dos niñas y dos niños del público. Luego sacó a bailar a tres voluntarios. El primero se llevó la ovación de la TAP con una demostración de break-dance. Aunque el premio, por aclamación popular, fue el más mayor de los tres que con tres pasos hacia adelante (¡sin moverse del sitio!) se ganó el corazón de la grada.
Hi-Lite Bruton comenzó sus travesuras nada más activarse el cronómetro. Bailaba, robaba cosas a los espectadores a pie de pista, lanzaba agua y hasta se llevaba a un pequeño de un lado al otro de la cancha. Llevó el peso del show con un castellano más que aceptable.