El Nàstic sabe que el ascenso a Segunda División pasa por marcar un gol más que el Málaga en el partido de vuelta este sábado. Las cábalas son sencillas. No necesita ni una gran remontada ni nada por el estilo. Simplemente una victoria por la mínima para ascender tras la prórroga o con diferencia de dos goles si se quiere subir en el tiempo reglamentario.
El conjunto de Dani Vidal es un equipo que en las últimas semanas ha mejorado mucho en su eficacia a la portería. Marca gol con más facilidad y eso invita al optimismo.
Aficionados, jugadores y cuerpo técnico ya dibujan en su mente como puede ser el gol del ascenso. Sueñan con él. ¿Cómo podría ser?
Pues bien, el Nàstic es un equipo que ha demostrado dominar tres aspectos como nadie en ataque. Tres facetas que pueden, porqué no, dar el ascenso.
La primera faceta es el balón parado en el que el conjunto grana ha anotado 15 goles, siendo solo superado por Ibiza y Deportivo. Buenos lanzadores y buenos rematadores con una buena pizarra forman un cokctail letal que quiere añadir el 16 tanto al botín.
La segunda faceta es la cabeza. El Nàstic es un equipo demoledor en juego aéreo ofensivo. Suma 15 goles de cabeza, siendo el mejor equipo en esta materia del juego solo superado por el Córdoba.
Por último, la tercera faceta en la que el Nàstic acribilla es en los goles de fuera del área. 12 goles ha sumado el equipo grana, el que más de Primera RFEF junto a Celta Fortuna.
De balón parado, de cabeza, o de fuera del área. Da igual como llegue, incluso si es en propio, lo que quiere el Nàstic es sumar ese gol que le devuelva a Segunda División tras cinco años en el bronce.