El Nàstic es un equipo que tiene detectada una de sus principales armas para hacer daño al rival. El conjunto grana es un especialista en el juego aéreo ofensivo. Lo demuestran las sensaciones y lo refrendan los datos. Tal y como sucedió la pasada temporada, en la que el Nàstic logró 19 goles con la cabeza, el equipo dirigido por Dani Vidal es un dominador nato que ha hecho del arte del cabezazo una herramienta para hacer daño al rival. No es casualidad que el conjunto grana haya conseguido la mitad de sus goles con la cabeza.
El cuadro tarraconense suma ocho goles a favor en lo que va de temporada y cuatro de ellos han llegado con la testa. De hecho, dos de los tres últimos goles del Nàstic en lo que va de temporada han sido de cabeza. Los dos del Anxo Carro y el de Antoñín para consumar la remontada ante la Real Sociedad ‘B’. Pablo Fernández ha marcado dos goles, Antoñín Cortés uno y el otro lo ha marcado Víctor Narro.
¿Por qué el Nàstic es un equipo tan peligroso en el juego aéreo ofensivo? La respuesta es clara y es que los granas cuentan con actores determinantes en este sentido. Tanto a la hora de realizar los envíos como a la hora de rematarlos hay futbolistas diferenciales. Además, Dani Vidal es un técnico al que le encanta que sus equipos lleven el balón al costado para desde allí generar peligro.
En esa zona, sus jugadores tienen libertad para la creación, pero la elección de buscar el centro siempre la tienen presente porque saben que allí el Nàstic es un equipo que hace daño.
Pablo Fernández es el máximo goleador histórico de Primera RFEF de cabeza (12 goles)
Víctor Narro y Jaume Jardí son jugadores que con su zurda están repartiendo caramelos día sí día también. Los dos son más destacados a la hora de centrar, pero también hay que tener en cuenta a futbolistas como Ander Gorostodi, Marc Fernández, Álex López o Joan Oriol, cuatro de los jugadores que más balones al área están colgando en lo que va de temporada.
No obstante, si alguien está destacando en esta faceta es un Víctor Narro que en la izquierda ha encontrado su ecosistema perfecto para encarar y sacar centros desde la línea de fondo. Frente al Lugo consiguió dos asistencias similares, logrando con una de ellas poner el balón en la cabeza de Pablo Fernández. En total son cuatro asistencias las que suma. Son 20 en total desde que se creó la Primera RFEF, estando en la lista de los cinco máximos asistentes históricos. Palabras mayores.
Pero la cosa no va solo de buenos asistentes, a eso hay que sumarle buenos rematadores. Pablo Fernández y Antoñín Cortés son una dupla ofensiva que se maneja con inteligencia y poderío en el juego aéreo. El primero es un rematador letal con la testa. De hecho, suma dos goles en lo que va de curso y ambos han llegado con esta arma.El asturiano es un consumado especialista y ahora mismo es el rey histórico de las alturas en Primera RFEF. 12 goles de cabeza suma el ‘Faro de Candás’ en sus cuatro temporadas desde que se creó la nueva categoría de bronce.
Cortés no es un futbolista tan diferencial en este sentido, pero también es una amenaza constante. De hecho, marcó frente a la Real Sociedad ‘B’ con la testa con un remate de mucha potencia y fe.
