Adiós al 2024. Una despedida fría por el clima y el juego desplegado por el Nàstic de Tarragona en el Reina Sofía de Salamanca. El Unionistas no necesitó ser un equipo excelso para tumbar a los granas. Le bastó con un solitario gol de falta de Pau Martínez en el inicio del encuentro para tumbar a un cuadro tarraconese que volvió a exhibir esa versión desangelada en ataque. Ni un solo disparo a puerta en los 90 minutos fue el desolador bagaje de un equipo al que los problemas para generar peligro en ataque le volvieron a penalizar.
Dani Vidal volvió a responder a la meritocrácia en el once inicial para intentar conquistar un feudo en el que el año pasado su equipo salió escaldado. Jaume Jardí había pedido paso desde el banquillo tras su gran segunda mitad ante el Zamora y el técnico grana le premió dándole chance de inicio. Narro era la pieza sacrificada, aunque siempre teniendo en cuenta que su irrupción en el partido en forma de actor revulsivo podría ser clave.
El Reina Sofía es un estadio en el que uno no puede permitirse licencia para sestear. Todo lo que no se ejecuta con intensidad, se penaliza. Ander Gorostidi tenía la pelota en su control cuando ni siquiera se habían cumplido 10 minutos de encuentro. No reaccionó, dejándose llevar por una falsa tranquilidad, que le hizo caer en la trampa. El Unionistas recuperó y el mediocentro vasco activó el instinto de recuperación, pero se pasó de frenada. Derribó al futbolista local y le entregó al rival una falta directa en una situación privilegiada. Pau Martínez, consumado especialista en el golpeo a balón parado, se relamía instantes antes de ejecutar el lanzamiento. Sabía que aquella falta estaba diseñada para él. Un caramelo que en época navideña no podía dejar en la cuneta.
Golazo de falta de Pau Martínez
El catalán golpeó con tensión para sortear a la barrera grana y superar a Dani Rebollo que llegó a tocar el cuero, pero no pudo sacarlo de la portería. El Unionistas se ponía 1-0 dibujando un contexto de partido inmejorable ante un Nàstic que ya vislumbraba otra tarde de sufrimiento y frío en Salamanca, al igual que le sucedió la pasada temporada. Todavía quedaba mucho por delante, pero el inicio de partido estaba siendo desalentador, tanto por el resultado como por el juego.
El gol no le sentó nada bien a un Nàstic al que se le acumularon las dudas con y sin la pelota. Unionistas le estaba haciendo daño con una presión adelantada que estaba cortocircuitando a un conjunto grana que no sabía como hacerle daño a los de Daniel Llácer. La salida de balón no encontraba grietas y toda las jugadas acababan en tierra de nadie. Por si fuera poco, Unionistas amenazaba con su típico juego de avalancha. Cuando se lanza al ataque lo hace con todas las de la ley, sin mirar atrás. A los tarraconenses les estaba faltando algo de contundencia y eso provocó un par de llegadas más de los de Salamanca en las que el segundo estuvo cerca. Cuando se llegaba a la mitad de la primera mitad, la conjura era clara para el Nàstic: sobrevivir.
Cuando el partido entró en la recta final de la primera parte, el Nàstic vio como Unionistas le retaba entregándole la pelota. Si no estaba cómodo con ella, pues le tocaba tenerla porque los de Llacer dieron un paso atrás y se juntaron para defender con orden y amenazar con esas transiciones que tanto les gusta practicar.
La ocasión más clara antes del descanso volvió a ser para Unionistas. Arriba le encontró el espacio a Pol Domingo en una diagonal con balón y se sacó un disparo desde fuera del área que se estrelló en el larguero de la portería de Dani Rebollo. El Nàstic se salvaba del segundo, pero en el descanso se iban a tener que tocar teclas porque con ese nivel de juego, sumar algo era un imposible.
Una reacción efímera
No es que Dani Vidal sea un técnico al que le tiemble el pulso a la hora de realizar cambios al descanso, pero en Salamanca decidió darle una oportunidad más a los once titulares que habían firmado un suspenso colectivo en el Reina Sofía.
Los primeros minutos del Nàstic en la segunda mitad volvieron a dejar dudas, pero los granas tuvieron el empate en su primera ocasión en todo el partido. Concha encontró el pasillo para sacar un suave centro al que Pablo Fernández llegó con suficiencia para conectar un cabezazo que prometía felicidad, pero pasó rozando el segundo palo.
Los de Dani Vidal habían dado su primer aviso que a su vez fue un despertador. Aquella jugada cambió el rostro del Nàstic que de repente se conectó al partido y comenzó a generar mayor presencia en campo rival. La pelota corría más rápido, los espacios estaban mejor ocupados y la sensación de que algo podía pasar aumentaba. Pero esa reacción fue efímera porque el conjunto grana volvió a su versión soporífera en ataque tras ese falso arreón.
Dani Vidal intentó hacer reaccionar al equipo desde el banquillo introduciendo hasta cinco cambios. Víctor Narro, Marc Fernández, Álex López y Álex Jiménez intentaron cambiarle el semblante al Nàstic, pero fue misión imposible. El conjunto grana no se conectó nunca al partido y Unionistas caminó en la agonía sin sobresaltos de por medio. De hecho, estuvo más cerca el segundo de los de Salamanca que el empate, pero Dani Rebollo firmó una gran parada de reflejos con sus pies en el minuto 83 para mantener la esperanza grana hasta el final.
Pero no fue el día. El Nàstic entregó la victoria a Unionistas sin ni siquiera hacerle sufrir. Le faltó juego y corazón para poner en problemas a un rival que se limitó a sacarle rédito a su gol inicial. El 2024 se ha acabado con una fría despedida. Una derrota que evidencia que atrás falta seguridad, pero en ataque se ha perdido chispa. Ahora llegan días de calma y reflexión.
FICHA TÉCNICA
Unionistas: Iván Martínez, Ramiro, Imanol Baz, Rabadán, Rastrojo (Álvaro Gómez, min. 63), Pau Martínez (De la Nava, min. 46), Iñaki González (Raúl Tavares, min. 63), Jonny Arriba (Aitor, min. 80), Eduald Verges, Gorka Santamaría (Dani García, min. 75), Mikel Serrano.
Nástic de Tarragona: Rebollo, Pol Domingo (Alex, min. 81), Dofur (Marc, min. 72), Goristidi, Antoñin (Tirlea, min. 81), Jaume Jardi (Álex, min. 72), Óscar Sanz, Leal, Pablo Fernández, Juan Oriol, David Concha (Victor, min. 65).
GOLES 1-0, min. 7: Pau.
ÁRBITRO: Sánchez Sánchez (Colegio madrileño) Amonestó al técnico local Dani Llácer y al local Eduald Verges.