Comenzó a urbanizarse en 1797 cuando el Ayuntamiento de la época pensó que podría ser un buen lugar para paseo público.
Desde entonces la plaza Nova de El Vendrell es uno de los espacios más históricos que ha sabido conservar los edificios más singulares que la rodean como la Casa Palau Rabassó de finales del siglo XIX y que hoy acoge el Museu Deu, los soportales o el caserón Cal Mumbrú.
Desde su construcción ha sido objeto de varias transformaciones, pero siempre ha mantenido ese punto de encuentro de vecinos y actividades.
Con motivo del 140 aniversario de una de esas reformas, de 1884, el Arxiu Comarcal del Baix Penedès ha aprovechado imágenes de la época para felicitar las Navidades.
Esas obras fueron realizadas bajo la supervisión de Joan Ramonacho Clerch (Barcelona, 1844 – Tarragona, 1923), que fue maestro de obras de El Vendrell entre 1883 i 1893.
De ese periodo son también las obras del matadero municipal (1884), el mercado público (1887), el paseo de la Rambla (1887), el puente sobre la riera de La Bisbal (1888) y la modificación de aceras y rasantes de las calles.
Desde entonces ha acogido mercados y actos festivos. En1927 el Centre Industrial del Vendrell inició la tradición de instalar una carpa para la fiesta mayor.
Una de las últimas renovaciones de calado fue de principios del año 2000 cuando pasó a tener forma de chelo y contó con una fuente ante la que se colocó la figura del violoncelista. Tras él, tres láminas de agua crearon un telón de fondo iluminado con veinticinco focos sumergidos. Esa fuente fue finalmente retirada.
Una década antes ya sufrió obras con unas líneas muy duras que fue rechazada por los vecinos y que sufría un levantamiento continuo de las baldosas.