El Nàstic de Tarragona ha sido multado con 602 euros por el acceso de un espectador al terreno de juego durante el encuentro del pasado domingo frente al CE Sabadell. El Juez Disciplinario Único, basándose en el acta escrita por el colegiado Muresan Muresan, considera sancionable «la ausencia o deficiencia de las medidas de seguridad que debieron impedir el acceso de un espectador al terreno de juego causando lesiones a un recogepelotas, lo cual supone una muy relevante, alteración del orden del encuentro por el riesgo que originó este hecho». El órgano sancionador ha aplicado el artículo 117 del Código Disciplinario de la RFEF (Alteración del orden del encuentro de carácter leve) que establece en 602 euros la multa.
Un coste mínimo para lo que pudo haber supuesto la presencia de ese seguidor en el campo. Y es que si el acta hubiera reflejado el empujón del espectador al jugador del CE Sabadell, la sanción al club hubiera sido mucho más elevada, e incluso podría haber supuesto el cierre del Nou Estadi. En los últimos minutos del primer tiempo, un espectador ubicado en la Grada d’Animació, en el Gol Muntanya, saltó al terreno de juego durante el choque. En el acta, el colegiado mezcló dos incidentes independientes para reflejar una realidad alternativa. Según el árbitro, el espectador cayó sobre uno de los recogepelotas y que tuvo que ser atendido después. Pues ni una cosa, ni otra. Lo cierto es que el individuo en cuestión tuvo una actitud más deplorable. El seguidor empujó a un jugador del Sabadell -Manel Martínez- que estaba dentro de la portería. Mientras que el recogepelotas tuvo que ser atendido por un pisotón de Ortolá, meta arlequinado, cuando éste fue a buscar la pelota. El portero se disculpó en el descanso.
Al finalizar el encuentro, cuando el responsable de los actos disponía a abandonar el estadio, agentes de los Mossos d’Esquadra y de la seguridad privada del club lograron identificarlo y denunciarlo administrativamente. Según el club grana, no es socio. El protocolo para estos casos establece que será un juez el que determine la gravedad de los hechos y la sanción, de acuerdo con la Llei de l’Esport. La multa podría rondar los 3.000 euros y la prohibición de acceder a un estadio deportivo durante un tiempo no superior a los cinco años.
El Nàstic, tal y como requirió el colegiado del encuentro, recordó por megafonía la actitud que deben tener los espectadores durante todo momento y la prohibición de saltar al terreno de juego. Un mensaje que volvió a repetirse al inicio del segundo tiempo. En ambos casos, se advirtió de la multa que se expone el club grana que podría suponer el cierre del estadio.
Debido al incidente con el aficionado, el CE Sabadell puso una queja ante la Federación Española porque entendían que el acta no reflejaba lo que realmente sucedió, según explicó el director general de la entidad vallesana, Bruno Batlle, en el programa Tribuna Preferent de Ràdio Sabadell. Desde el Nàstic se mostraron extrañados, puesto que ningún miembro de la junta directiva presente en el estadio tarraconense pidió explicaciones, ni se pronunciaron al respecto, sino que ambas directivas tuvieron un trato cordial hasta el final.
