Alberto Varo (La Canonja, 1993) y Gerard Oliva (Riudecanyes, 1989) son dos jugadores de esos que salen de manera habitual de los municipios de Tarragona. Lugares en los que el fútbol se convierte en el desasosiego de los más pequeños. Crecen corriendo detrás del balón y casi que de manera inconsciente pulen y pulen su talento. Algunos tienen la suerte de llamar la atención de las grandes canteras tanto del territorio como de Catalunya y desde ahí inician un trayecto que en ocasiones les lleva al fútbol profesional. Este fue el caso de estos dos futbolistas que hoy en día militan en el Linense, pero que cuentan con un pasado en Segunda División. Ahora son dos de las piezas importantes de un equipo que pelea por el descenso a Segunda RFEF y que acude al Nou Estadi con esa necesidad.
Gerard Oliva se ganó el respeto y el cariño del Nou Estadi durante las dos últimas temporadas. No pudo hacer todos los goles que hubiera querido, pero en cada encuentro con la zamarra grana se lo dejó. El Nou Estadi veía en él a ese jugador que juega como un aficionado porque directamente lo es. El cariño que se procesan entidad y jugador es innegable. El cariño es mutúo y por eso el partido de esta tarde resulta especial.
Durante los dos años en Tarragona, Oliva marcó siete goles. El delantero de Riudecanyes llegó recuperándose de una grave lesión sufrida en Polonia. El Nàstic le abrió las puertas para que terminara de recuperarse. Lo hizo y le dio la oportunidad de estampar la firma en el contrato. En el Nou Estadi se volvió a sentir futbolista y eso no se le olvida. Por eso Oliva siempre habla con amor de su Nàstic al que sigue desde la distancia y le desea siempre lo mejor.
En verano, el club grana decidió no renovarle intentando cambiarle la cara a la delantera. Oliva tuvo ofertas de diferentes equipos de Primera RFEF, pero la del Linense fue la que más le convenció.
El tiempo le ha dado la razón. Eligió el destino apropiado porque Gerard Oliva ha subido su nivel. Ha acumulado 33 partidos en su cuenta particular, 26 de ellos como titular, en los que ha conseguido seis goles. Se trata de su cifra más alta en los últimos con todavía cuatro jornadas por delante. El último fue el más espectacular, ya que sirvió para arañarle un punto al Sevilla Atlético en La Balona en el 90’.
En la primera vuelta no pudo estar por acumulación de amarillas frente al Nàstic, pero esta tarde comparecerá en el Nou Estadi y probablemente lo haga de titular. Durante 90 minutos dejará de ser aficionado grana para intentar su verdugo porque defiende otros colores y la profesionalidad está por encima de todo.
Varo, fichaje de invierno
Por otro lado, Alberto Varo llegó durante este pasado mercado de invierno después de seis meses sin cobijo tras finalizar su contrato con el Lugo. La oferta ilusionante que esperaba en verano no llegó y prefirió esperar. Mientras tanto, entrenaba en el Vilar de Valls esperando una oportunidad que llegó en invierno. Fue el Linense que le fichó para darle un salto cualitativo a su portería y lo ha conseguido. Varo acumula cinco partidos como titular, aunque en las últimas semanas ha estado fuera por una lesión que le ha tenido en el dique seco.
Apunta al once titular en el Nou Estadi. Eso al menos afirma el periodista de Europa Sur, Rubén Almagro, que también destaca su gran nivel: «Es un portero. Me acuerdo el día del Castilla que íbamos ganando 0-1 gracias a él. Hizo un partido memorable. Pero se lesionó y tuvimos la mala suerte que nos empataron».
Varo estuvo 11 años en la cantera del Nàstic, de los 11 a los 22 años, llegando a conseguir un ascenso con la Pobla a 2ªB y debutando con el primer equipo. El premio a su crecimiento le llegó y fichó por el Barça B para luego recalar en el Lugo y ahora en el Linense.