El baloncesto formativo vivió una gran jornada en la pista de la Anella Mediterrània de Tarragona, donde Lleida y Zaragoza se enfrentaron en un duelo lleno de intensidad, talento y emoción que se resolvió con el Lleida quedándose a las puertas de la clasificación a la Minicopa Endesa Gran Canaria 2025.
Los maños lograron imponerse por 77-67 en un encuentro que estuvo más igualado de lo que refleja el marcador.
Desde el inicio, ambos equipos mostraron un juego dinámico y repleto de energía, propio de las promesas que buscan brillar en este escaparate. El Zaragoza arrancó fuerte, con un ritmo de juego muy alto y una defensa agresiva que dificultaba las transiciones rápidas del Lleida.
Aún así, el equipo ilerdense encontró en sus dos jugadores cedidos por el CB Tarragona, Joel Boada y Marc Martínez, dos piezas clave que lo mantuvieron en el partido y ofrecieron momentos de gran calidad.
Boada se convirtió en uno de los grandes protagonistas del partido. Su puntería desde el triple fue crucial para mantener al Lleida en la pelea en varias fases del encuentro. Mostró una enorme confianza encestando con regularidad y obligando a la defensa rival a salir de su zona para cubrirlo.
Más allá de su aportación como tirador, Boada demostró una gran visión de juego, aportando soluciones ofensivas que marcaron la diferencia respecto a sus compañeros. Su capacidad para encontrar espacios y generar desequilibrios fue un dolor de cabeza constante para el Zaragoza.
Por su parte, Marc Martínez dominó la pintura con autoridad. Su envergadura fue un factor determinante en la lucha por los rebotes, donde se impuso con claridad tanto en defensa como en ataque. Sin embargo, lo que realmente destacó fue su capacidad para combinar ese poderío físico con agilidad y astucia.
Martínez no solo aprovechó su tamaño para capturar rebotes o intimidar tiros, sino que también mostró movimientos rápidos y efectivos cerca del aro, sumando puntos importantes para los suyos.
Su presencia en el partido fue una constante amenaza que obligó al Zaragoza a ajustar su defensa interior.
A pesar de los destellos individuales del Lleida, el rival demostró por qué es uno de los equipos más sólidos de esta competición. Con un juego colectivo muy bien trabajado, los aragoneses mantuvieron el control del ritmo del partido, sabiendo cuándo acelerar en transiciones y cuando asegurar posesiones largas. Su defensa, especialmente en los minutos finales, fue clave para frenar las ofensivas del Lleida y cerrar el partido a su favor.
Así pues, el Zaragoza se une al resto de clasificados para la Minicopa Endesa Gran Canaria 2025: el Real Madrid, el Unicaja, el Valencia Basket, el CB Canarias y el Joventut Badalona.
Tanto el futuro torneo como este celebrado el fin de semana en Tarragona, son una muestra del talento y la competitividad de los equipos, además del gran nivel que han mostrado las diferentes escuelas de baloncesto que han participado, demostrando que el basquet formativo español está pasando por un muy buen momento.