Manel Royo vive un sueño de la mano del Almere. El futbolista de Alcanar está jugando en la máxima categoría del fútbol holandés, la Erevidise, con el conjunto que logró el ascenso la temporada pasada. Este pasado fin de semana añadió un nuevo logro a su carrera al conseguir empatar frente al Ajax en un duelo histórico para la entidad. Royo saltó acompañado al campo de su hija Valeria, de 10 meses en un partido que nunca olvidará. Siempre podrá presumir de haber sumado un punto heroico y haber jugado un partido completo ante uno de los gigantes del fútbol europeo.
Lo primero de todo, ¿cómo vivió el empate frente al Ajax?
Pues fue un empate muy merecido en un duelo muy igualado. Jugamos de tú a tú contra todo un Ajax y para nosotros fue un partido muy especial porque somos un pueblo pegado a Amsterdam y el 80% de los seguidores te diría que también son del Ajax. Estamos creando nuestra propia identidad y ver como cada semana se llena el Estadio y ver que la gente disfruta tanto ayer con el empate pues te hace pensar que algo ha cambiado y es bonito vivirlo desde dentro.
Fue un punto épico.
Sí, fue un partido de épica. Empatamos en el 90’ y eso que nos pusimos por delante en el marcador, pero no pudimos conservarlo porque ellos aprietan y tienen jugadores de mucha calidad. Al final a base de insistir conseguimos empatar y desató la locura porque era un poco el David contra Goliat.
El partido ante el Ajax era un poco el David contra Goliat
¿Cómo se está viviendo la crisis que vive el Ajax dentro del país?
En el país se está viviendo de manera catastrófica porque al final es un club muy laureado y la gente no acepta que esté en esa situación. Es verdad que están en un periodo de transición porque los últimos tres años han pasado muchos directores deportivos y entrenadores y ahora han firmado muchos jugadores jóvenes y eso requiere mucho tiempo. Ahora con la llegada del último entrenador han mejorado, habían ganado los dos últimos partidos contra nosotros y van a acabar en puestos europeos seguro.
¿Qué le está pareciendo la Erevidise desde dentro?
Tiene un nivel muy alto. Es la quinta liga en el ranking FIFA de Europa y eso ya habla por sí solo. Los equipos de arriba tienen un nivel brutal, lo vimos por ejemplo con el Feyenord contra el Atlético de Madrid. Es una liga muy ofensiva y muy espectacular y muy atractiva de ver. Te enfrentas a delanteros que luego se van a otras grandes ligas como la Premier, LaLiga...
¿Qué jugadores rivales le están llamando la atención?
Me costaría decirte porque ves muchos jugadores de calidad en ataque sobre todo en los grandes equipos. Hirving Lozano del PSV, Luuk de Jong, que me ganaba muchas disputas aéreas, Bergwijn del Ajax, Brobbey también del Ajax que es un delantero con un físico bestial... Es un placer enfrentarte a ellos a la par que sabes que va a ser muy difícil frenarlos si tienen al idea.
La Erevidise es una liga muy ofensiva y muy espectacular y muy atractiva de ver
¿A nivel personal se está sintiendo a gusto?
Estoy muy contento. Somos una plantilla muy amplia con 32 jugadores y de momento tengo la suerte de estar participando bastante que es lo que queremos todos los jugadores. Me centro en lo que depende de mí que es siempre dar todo lo que pueda.
Es hincha confeso del Nàstic. ¿Lo está siguiendo desde la distancia?
Sí, cada fin de semana si puedo veo sus partidos en directo. Esta semana por ejemplo lo vi frente al Sestao y fue una pena que no ganase porque tuvo muchas ocasiones claras para marcar. El Nàstic tiene un equipo muy bueno con jugadores importantes en la categoría e incluso de superior categoría. Es una plantilla equilibrada y empezaron como aviones y todos sabíamos que era difícil mantener esa línea de puntuación, pero es un equipo que ahora está pasando por un bache, pero que va a pelear seguro por el ascenso. Se ve gente honesta, sacrificada y que se deja todo en el campo. El aficionado, y yo me incluyo, tenemos que estar a su lado y orgulloso de lo que vienen haciendo y ojalá en el mes de mayo podamos estar en la Plaça de la Font celebrando el ascenso y yo allí como uno más.