La Lliga Catalana ACB se estrena en Tarragona con triunfo del Andorra

El equipo pirenaico se impuso con claridad al Bàsquet Girona (84-61) con una gran actuación de Sekou Doumboya (23 de valoración)

11 septiembre 2024 12:27 | Actualizado a 11 septiembre 2024 16:31
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Morabanc Andorra se ha impuesto al Bàsquet Girona en el estreno de la Lliga Catalana ACB 2024 en el Palau d’Esports Catalunya de Tarragona (84-61). Los del pirenaicos presentaron mejores cartas que sus oponentes. Inspirados por el francés Sekou Doumbouya (16 puntos, 8 rebotes y 23 de valoración) machacaron a la frágil defensa gerundense. Atascados en ataque y entregados a la calidad Ike Iroegbu (21 puntos) el equipo de Fontajau se ve obligado a ganar al Barça en la segunda jornada para poder clasificarse para la final.

Girona Bàsquet y Morabanc Andorra abrieron el choque en un contexto de igualdad. Los dos equipos están en plena pretemporada y con la lógica adaptación de los fichajes de este curso. Yves Pons y Jerrick Harding se retaron a un duelo de triples. Uno respondía al otro para deleite de un grada medio llena, a la espera de la entrada en juego del FC Barcelona.

La primera brecha la consiguió el Girona tras un 2+1 del base nigeriano Ike Iroegbu que ponía el 8-15 en el electrónico. Entró Kyle Kuric a la pista, uno de los fichajes estrella del Morabanc Andorra, y el ‘pistolero’ de Indiana se apuntó al carro de los triples. Nada más entrar dejó patente su excepcional muñeca.

Los tiros libres lastraron al conjunto dirigido por Natxo Lezkano. Encadenaron hasta seis lanzamientos desde la línea sin anotar. Una situación que el Girona Bàsquet no acabó de aprovechar.

$!El pívot de Tortosa Jaume Sorolla jugó 12 minutos con el Básquet Girona. Foto: Ángel Ullate

El técnico griego Fotis Katsikaris dio entrada a la pista al pívot de Tortosa Jaume Sorolla a falta de poco más de un minuto. El tarraconense cumple su cuarta temporada en el equipo de Fontajau con perspectivas de seguir incrementando su minutaje en ACB. Los gerundenses se llevaron el primer parcial (14-17).

El partido se le empezó a torcer al Girona en el segundo cuarto. Al tiempo que Sekou Doumbuya comenzaba a destacar en la pintura. El jugador del Andorra cazaba rebotes ofensivos ante la pasividad defensiva gerundense bajo el aro. Aunque tampoco es que sus compañeros consiguieran sacar rédito del esfuerzo ofensivo del pívot. Incluso acabó asumiendo esa faceta anotadora.

Ike Iroegbu lideraba la anotación del Girona y mantenía a los suyos por delante en el electrónico, pero con márgenes cada vez más pequeños. El partido tomaba una dinámica más favorable al Andorra que al club presidido por Marc Gasol, presente en la grada. Lo vio claro el técnico gerundense Katsikaris que paró el partido a falta de dos minutos para concluir el cuarto. El Girona se había atascado.

El tiempo muerto no fue efectivo y a falta de unos segundos para el descanso, los andorranos se ponían por delante en el marcador (36-33).

El paso por vestuarios tampoco rompió con la tendencia del choque. El aro se cerraba para el Girona que no reaccionaba. Le costaba horrores conseguir puntos y empezaban a sufrir la consecuencia de una defensa frágil. El colapso era evidente. «Nos ha faltado carácter», ha declarado minutos después el entrenador de los rojiblancos.

Todo lo contrario que su rival. Seykou Doumbouya se erigía en el papel de protagonista y tiraba de su equipo para marcharse a más +8 (41-33). El jugador francés, con pasado en la NBA que llega procedente del Chorale Roanne, apunta a ser uno de esos aciertos de mercado que regalan a su equipo una temporada inesperada. Para Lezkano aún es pronto y habrá que ver «si es capaz de hacerlo durante 34 jornadas de la Liga Endesa».

Durham e Ike Iroegbu eran los únicos recursos factibles para seguir peleando por un partido que se les escapaba por momentos. La faceta ofensiva no era el problema, sino una defensa que acabó devorando lo poco que funcionaba en la canasta rival.

Superada la barrera de los diez puntos, al conjunto catalán le iba a costar acercarse. Hubo en ligero arrebato en los instantes finales del tercer cuarto que dejaba la diferencia en +9 (59-48) al término del parcial.

Un espejismo. El Andorra siguió a lo suyo. Machacando la débil defensa gerundense, tan permisiva con los rebotes ofensivos como lenta frente al ritmo andorrano. Katsikaris se desesperaba y cargaba parte de sus desesperación contra las decisiones arbitrales. El colegiado tarraconense Arnau Padrós no le pasó la protesta y le señaló una técnica que ponía la puntilla a la derrota de su equipo. Con más de cinco minutos por delante, la sensación era la de un Girona perdido ante un Andorra desatado.

Shanon Evans aprovechaba los últimos minutos para engordar su registro de puntos y Doumbouya para mantener su hegemonía en la pista. Al final, diferencia abultada (84-61) que evidencia la mejor puesta a punto del Andorra.

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