La dupla del Nàstic forjada en Badajoz

Concha y Santamaría jugaron juntos dos temporadas en las filas del cuadro pacense

21 agosto 2023 18:41 | Actualizado a 22 agosto 2023 13:00
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El CD Badajoz de la temporada 2020-2021 nunca se olvidará para los amantes del barro. Fue aquel equipo que no logró la gloria, pero que no lo necesitó para quedarse en la memoria de los seguidores de la categoría de bronce del fútbol español. Aquel equipo perdió la final del play-off a partido único siendo local ante un Amorebieta que dio la campanada. Nadie esperaba ese desenlace, pero en el fútbol nunca hay nada escrito y se volvió a demostrar.

Aquella plantilla dirigida por Fer Estévez contaba con elementos individuales diferenciales que forjaron un colectivo arrollador durante muchas fases de la temporada. Fue un equipo temible que dominó muchos registros del juego bailando al son de sus armas. Morgado, Corredera, Maestre, Aquino eran algunas de sus piezas claves. Faltan dos y aquí nace la relación directa con el Nàstic.

David Concha y Gorka Santamaría fueron dos de los elementos principales en la fase ofensiva de aquel gran Badajoz, aunque su gran año sería el segundo en el que coincidieron en el Nuevo Vivero. Dos futbolistas que aportaron talento y determinación cada uno desde sus propias características.

Ambos forjaron una conexión que en Tarragona se tiene esperanzas que dé sus frutos. Desde Badajoz fueron muchos los aficionados que recordaron aquella pareja cuando se anunció que el cántabro aterrizaba en el Nàstic. Se reencontraba con el ariete vasco y el sentimiento de nostalgia se despertó en ellos.

Concha fue el verso libre de aquel Badajoz. Un talento inabordable y superior a la categoría que desde el costado tiró de magia para ser uno de los mejores futbolistas de la categoría en aquel curso. Solo marcó dos goles en 24 partidos, uno de ellos en la semifinal ante el Zamora, pero no necesitó tirar tanto de tangibles para marcar la diferencia.

Si la temporada de Concha no destacó por los tangibles, la de Santamaría sí que fue algo más interesante en este sentido. El delantero vasco marcó seis goles en 26 partidos. Fueron claves para soñar, pero el gol más importante no pudo marcarle en aquel partido para el olvido ante el Amorebieta.

Sin embargo, el gran año de la pareja en la que el Nàstic tiene puestas todas sus esperanzas fue el segundo. El debut en la nueva categoría del fútbol español como la Primera RFEF no pudo ser mejor a nivel individual para ambos jugadores. Los dos pasaron de ser elementos principales a ser directamente claves. No pudieron repetir play-off y finalizaron en la novena plaza, pero su temporada en lo personal fue excelente.

Concha confirmó su progreso y disputó nada más y nada menos que 35 partidos (30 de ellos como titular) en los que siguió demostrando que su talento en la categoría es desequilibrante. Desde la banda fue una constante fuente de soluciones y un generador de espacios y jugadas de peligro con la pelota en los pies. Su temporada no pasó desapercibida en el extranjero y se marchó al Hammarsby sueco con el que rescindió el pasado enero tras no cuajar su aventura foránea.

Si la temporada de Concha fue buena, la de Santamaría no se queda atrás. El delantero vasco explotó de manera definitiva en el barro. Sus seis goles en la primera temporada quedaron en anécdota.

En su segundo año se disparó nada más y nada menos que a los 15 goles en 36 partidos (31 de ellos como titular). Fue el tercer máximo goleador del grupo I, solo superado por Héctor y Quiles, y sus goles le dieron billete al Deportivo de la Coruña en el que no terminó de cuajar para regresar el pasado invierno al Badajoz en el que sumó cuatro goles pero no pudo evitar el descenso.

Los dos se reencuentran en Tarragona con el objetivo de volver a añadir sonrisas a sus respectivas carreras. La temporada pasada no fue fácil para ambos. Por eso el Nou Estadi les quiere ofrecer esa confianza y cariño que quizás han añorado en otros lugares. Los granas desean tener de vuelta a esa pareja que brilló en Badajoz. Por fe no será.

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