Fran Garrigós devolvió a España el metal olímpico en judo 24 años más tarde. El niño que nunca paraba quieto, al que sus padres apuntaron a este arte marcial para que evacuase energía, lo hizo en un trabajado combate ante el georgiano Guiorgui Sardalashvili, al que redujo con Waza-ari en el punto de oro.
La del madrileño, en los -60 kilos, ha sido la primera medalla que España se cuelga en estos Juegos de París y la séptima en la historia del judo olímpico.
El oro de Isabel Fernández en Sídney 2000 era la gran referencia. Antes que ella, fueron Miriam Blasco y Almudena Muñoz -sendos oros en Barcelona’92-; en Atlanta’96 Ernesto Pérez se colgó la plata; y Yolanda Soler y la propia Isabel Fernández dos bronces también en Atlanta.
“Yo era un niño bastante inquieto y mis padres decidieron apuntarme a judo para ver si llegaba cansado a casa”, contó en una reciente entrevista el deportista criado en Móstoles, en el suroeste de la periferia Madrid.
El campeón del mundo en Doha en 2023 suavizó así el varapalo que le supuso su participación en Tokio en 2021, donde cayó en los octavos partiendo como uno de los favoritos.
Esta vez se coronó en un escenario muy simbólico, el Campo de Marte, a dos pasos de la torre Eiffel, y en un pabellón con un eléctrico ambiente que asemejaba a los de la NBA.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, asistió en directo a parte de las eliminatorias, tanto de Garrigós como de Laura Martínez, quien terminó en quinto lugar en los -48.
“Primera medalla para el Team España en París 2024. Fran Garrigos se lleva el bronce a casa.¡El judo español se lo merecía! Enhorabuena, Fran”, declaró en un mensaje en la red X.
Veinte minutos después del mensaje, el madrileño se colgaba la ansiada medalla que queda para la historia del deporte español.
