Había que hacer borrón y cuenta nueva después de la eliminación europea del pasado jueves, y qué mejor manera que ganando en Sant Hipòlit de Voltregà.
El Calafell pone la directa en la OK Liga tras vencer allí de forma clara y contundente y se sitúa como cuarto clasificado con 35 puntos, a tres del Liceo, y con un partido menos, ya que se aplazó su choque ante el Barça por la Copa Intercontinental.
La de Sant Hipòlit era la última cita de los de Ferran López antes de regresar al Joan Ortoll para ser los anfitriones de la fase final de la Copa del Rey, que dará el pistoletazo de salida el próximo jueves a las 19.00 horas con un Noia-Calafell.
El conjunto calafellense llegará con las pilas cargadas tras la victoria a domicilio ante el Voltregà, y es que se mostró incisivo desde el minuto uno de partido.
Pese a que ambos equipos se tantearon en un inicio, la intensidad que caracteriza a un duelo de este calibre no faltó ni un segundo. Los de Lluís Teixidó, de todas formas, tampoco se sintieron excesivamente incómodos ante los tempranos latigazos del Calafell, comandados por su capitán general, Arnau Xaus.
Y es que reinaba el respeto entre dos de los grandes equipos de la liga. Ferran López quiso agitar el juego a los diez minutos con un tiempo muerto.
Dicho y hecho, ya que Jan Escala, autor del polémico gol del empate de la pasada semana ante el Reus Deportiu, abrió la lata en el 12’ después de ejecutar un robo de pillo a Aleix Molas y de combinar con Xaus para acabar facturando.
Quiso remover el avispero Lluís Teixidó y, de la misma forma que su homólogo en el otro banquillo, lo consiguió por partida doble: en cinco minutos, sendos tantos de Jordi Burgaya y de Gerard Teixidó pusieron al Voltregà por delante.
Duró poco la alegría en Sant Hipòlit y el partido se volvió loco, ya que, inmediatamente después del 2-1, Jepi Selva le puso una bola quirúrgica a Jan Escala que el ‘6’ no perdonó.
Previamente, en el minuto 16, el Calafell podía haberse adelantado: Escala había marcado el 1-2, pero la jugada fue invalidada por un penalti que le hicieron a Jepi Selva y que Oriol Codony interceptó ante el lanzamiento del propio Selva.
El conjunto calafellense se aposentó bien en la segunda parte. En el 32’, Jordi Ferrer puso por delante a los suyos tras una gran asistencia de Arnau Xaus desde la línea de fondo y, un minuto después, Carles Domènech le dio un duro golpe al Voltregà después de definir con calidad un pase de Arnau Xaus que lo dejó solo a la contra.
Los locales pudieron meterse en el partido en el 34’, pero, a lanzamiento de Álex Rodríguez, Gerard Camps detuvo el penalti que Carles Domènech le hizo a Èric Vargas.
En el ecuador de la segunda mitad, el Calafell le bajó las revoluciones al duelo. Ya a ocho minutos para el final, Arnau Xaus aprovechó la décima falta local, cometida por Álex Rodríguez, para sentenciar con el 2-5.
El Voltregà aún la tendría después de que Jordi Ferrer viera la tarjeta azul. No obstante, Jordi Burgaya erró la directa y los locales no pudieron aprovechar la superioridad numérica.
No fue hasta que apenas faltaban tres minutos para el final cuando el propio Burgaya maquilló el resultado con un 3-5 que podría no haber sido definitivo si Jan Escala hubiera transformado el penalti que tuvo a diez segundos del final.