España cae eliminada ante Brasil en las semifinales de los Juegos (4-2)

España, la campeona mundial, apeada en semifinales ante Brasil en un partido gris. Las de Montse Tomé deberán pelear por el bronce frente Alemania

06 agosto 2024 23:15 | Actualizado a 06 agosto 2024 23:30
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España cayó eliminada en las semifinales de los Juegos Olímpicos de París ante Brasil (4-1). Fue en un partido para el olvido en el que nunca se vislumbró la posibilidad de pasar a la final. El plan de partido no corrigió errores del pasado y cuando tocaba reaccionar no se hizo. Solo la entrada de Alexia Putellas en el tramo final provocó un amago de reacción, pero con tantos fallos fue imposible.

No es lo mismo jugar con la ilusión de ganar que con la obligación de ganar. A España le ha pesado mucho el cartel de favorita en los Juegos Olímpicos de París. Nunca ha exhibido un juego mayúsculo, ese que le llevó a ganar el Mundial de Nueva Zelanda y Australia hace un año. Brasil fue una selección inteligente que jugó su partido y sacó rédito de su fútbol y de las dudas siempre presentes en un combinado español que no ha encontrado la manera de expresar su fútbol. La selección brasileña no necesitó tener la pelota ni practicar ese joga bonito del que tanto presumen. Fue un equipo que priorizó el orden por encima del caos y que transitó con velocidad hacia la portería de Cata Coll. Aprovechó varias de sus ocasiones y de los errores garrafales de la defensa española y luego frenó el ritmo del partido cuando le interesaba. Ni la ausencia de Martha Da Silva, una de las mejores jugadoras de la historia del fútbol femenino, le lastró en su cometido.

Alexia Putellas, suplente, entró demasiado tarde al partido y no pudo liderar la remontada

España arrancó con la gran novedad en el once de Jenni Hermoso. Montse Tomé situaba a la máxima goleadora de la selección en toda su historia en la mediapunta por detrás de Salma Paraluello. Eva Navarro era la otra gran apuesta en el costado izquierdo en detrimento de Athenea. La gran ausencia era la de Alexia Putellas. Ni rastro de la que fuera Balón de Oro hace tres años en el once inicial. Cuanto menos sorprendente porque si a España le estaba faltando en estos Juegos algo era fluidez en su juego y dejar a la jugadora con mayor capacidad interpretativa del equipo, con permiso de Aitana Bonmatí, no parecía lo más adecuado para corregir este aspecto.

Rápidamente se encontró España con una losa. Irene Paredes vivió la otra cara de la moneda del fútbol tras ser clave en la remontada ante Colombia con su gol que forzaba la prórroga en cuartos. Ante Brasil, vio como un envío largo de Cata Coll se estrellaba en su cuerpo y el rebote se marchaba directo a la red (1-0).

Brasil se encontró con un gol inicial ideal para darle todo el sentido del mundo al plan de partido que habían preparado. España dominaba la pelota en busca del empate, pero la precisión y los espacios no parecían ante la ordenada defensa carioca. El peligro estaba en el rival porque Brasil apenas necesitaba sumar un envío largo a la espalda de la defensa española para generar peligro. Tuvo varias ocasiones para doblar la ventaja, pero Coll salvó la tragedia hasta que pudo. Justo antes del descanso era Gabi Portilho la que clavaba la segunda daga en el corazón de España. Tocaba obrar de nuevo el milagro con toda la segunda mitad por delante.

Si alguien esperaba una reacción desde el banquillo no llegó. Tomé apostó por la entrada de Athenea por Eva Navarro y Oihane por Olga Carmona. Nombre por nombre. Cero riesgo en lo táctico.

Los minutos pasaban y España seguía encallada y ofreciendo dudas en sus repliegues defensivos. De nuevo, Brasil castigó a la contra. Una rápida transición brasileña terminó con un gol en el que le volvieron a sacar los colores a una frágil defensa española.

Putellas entró en escena. Demasiado tarde. Entró en el 77’ y España fue mucho mejor. Tanto que marcó dos goles. Uno para hacer el 3-1 con un tanto de Salma y el segundo con la misma protagonista tras un remate de Putellas de cabeza. Ni siquiera sirvió para soñar porque antes, Kerolin había aprovechado otro mal despeje de Coll y un mal control de Oihane para marcar el 4-1. El oro deberá esperar. España ya piensa en el bronce.

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