Se ha hartado Dani Vidal de recalcar que el balón parado es un elemento diferencial para el Nàstic gracias a la conjugación de diferentes factores. El primero es el trabajo de Iván Moreno, segundo entrenador y que diseña en su laboratorio las acciones a balón. El segundo elemento es que se tienen especialistas tanto en el arte del centro como en el del remate. En verano se buscaron elemento diferenciales en este sentido y ya está dando sus frutos en esta primera vuelta de la temporada que está a punto de terminar.
Los datos no engañan y el Nàstic está siendo uno de los equipos que más peligro está creando mediante el balón parado, pero también mediante el centro en juego. Es decir, esos envíos desde el costado que se realizan con la jugada desarrollándose y no en parado, como sucede con las jugadas de estrategia. Eso provoca que haya menos tiempo para pensar y para ejecutar.
El resultado de está capacidad del Nàstic para hacer daño mediante los envíos al área es el siguiente: los granas suman ya ocho goles de cabeza en lo que va de curso, siendo el segundo máximo goleador con la testa de toda la categoría. Hablamos de una cifra imponente que reafirma que cuando el Nàstic consigue meter en balón en el área de forma tensa y aérea, el rival tiene motivos para la preocupación.
De los ocho goles con la cabeza que ha conseguido el Nàstic, hay dos jugadores muy dominadores en este sentido. Son Pablo Trigueros y Pablo Fernández. El central, y líder de la zaga, está siendo decisivo en esta materia. Suma tres goles y los tres han llegado con el arte del cabezazo. Teruel, Real Sociedad B y Cultural Leonesa han sido sus tres víctimas. Curiosamente, en los tres goles ha sido vencedor en el córner. Ante el Teruel fue en un cabezazo en segunda línea, mientras que en sus dos últimas dianas fue vencedor en el primer palo en una jugada ensayada que el Nàstic tiene más que aprendida.
Pablo Fernández, el delantero centro del Nàstic, suma dos goles con la cabeza de los tres que lleva en su botín. A diferencia de Trigueros, sus dos goles han llegado en jugada corrida. El primero fue en Irún con un gran cabezazo tras un centro de Jardí y el segundo fue ante la Cultural Leonesa tras rematar un rechace de un propio disparo suyo que el portero no pudo desviar lo suficiente. Los otros goleadores con la cabeza han sido Nacho González (1 gol) y Jaume Jardí (1 gol).
Está claro que el Nàstic quiere seguir siendo diferencial en el arte del cabezazo en el 2024. Ahora mismo a ‘cabezón’, pocos equipos en la categoría le miran a los ojos.
l De los 18 tantos que suma el Nàstic en esta primera vuelta han llegado con la cabeza. En otras palabras, casi la mitad de las dianas que acumulan los granas han llegado con esta parte del cuerpo. Un dato demoledor.
