La aventura de Aarón Rey en Tarragona podría cerrarse de manera efímera y tras una sola temporada de grana. El extremo de Ferrol firmó el verano pasado por dos cursos, hasta junio de 2024, pero al paso que va, no cumplirá más que uno de ellos. El Nàstic ha puesto al futbolista en la rampa de salida. No quieren que forme parte de la plantilla de la temporada 2023/24.
Una decisión motivada por el escaso rendimiento que ha ofrecido Aarón Rey durante el curso. Venía a convertirse en un jugador diferencial, con un sueldo acorde con ese peso, pero su pobre bagaje y actitud despreocupada han hecho que la entidad tarraconense esté buscando la fórmula para quitarse de encima al jugador.
El extremo gallego ha sido uno de los futbolistas que más oportunidades de juego ha tenido. Es el sexto jugador de la plantilla que más minutos suma (2.288), pero el que menos los ha aprovechado. Solo ha anotado dos goles en toda la temporada.
Una cifra ridícula para un delantero que ha participado en 34 de los 38 partidos de liga. Dos defensas como Quintanilla (3 goles) y Joan Oriol (4) han conseguido mejores cifras anotadoras que Aarón Rey. La faceta en la que más ha destacado el extremo ha sido en la de asistencias, con cuatro, pero tres de ellas se produjeron en el mismo partido (ante el Real Murcia en el Nou Estadi) y una contra el Numancia, unos días después.
Aarón Rey ha sido una de las decepciones de la temporada. Su fichaje fue de los que generaron ilusión en la afición grana. Venía de dos años buenos en Sabadell y parecía que el extremo iba a ser el gran jugador desequilibrante de la plantilla. El técnico Raül Agné le otorgó todos los galones posibles. Le entregó su total confianza, pero no le respondió en el campo.
Iñaki Alonso también le ofreció las mejores oportunidades. Fue titular en cuatro de los seis encuentros que dirigió el entrenador de Durango, sin tampoco destacar.
En los primeros partidos de Dani Vidal al frente del equipo se vio la mejor versión del gallego.
Nunca se había mostrado tan implicado en los esfuerzos colectivos. Sus datos físicos eran notables y consiguió ganarse ciertas simpatías entre los aficionados. Pero todo se perdió en apenas un par de partidos. El jugador volvió a caer en los malabarismos estériles.
En la toma constante de decisiones erróneas y en mostrar sobre el verde una actitud apática. Indiferente con el resultado del equipo, lo que le causó incidentes con la afición grana, que la tomó con el de Ferrol, y perder totalmente la confianza del cuerpo técnico que le dejó sin jugar en las últimas tres jornadas de la temporada.
Ahora viene lo complicado. El futbolista tiene un año de contrato que, obviamente, no perdonará fácilmente. El club grana sabe que pese a su mala temporada, Aarón Rey tiene cartel en Primera Federación. El año pasado tuvo varias ‘novias’ antes de comprometerse con el Nàstic.
Equipos que podrían volver a la carga a por el de Ferrol si ven que hay una posibilidad de que quede libre o a pagar una pequeña cantidad de traspaso. Sea como sea, y si no hay un cambio abismal, parece difícil que el gallego siga una temporada más en el Nou Estadi.
