Quedan nueve días para el cierre del mercado de invierno y el Nàstic todavía tiene muchas cuentas pendientes. Entre fichajes por hacer, incorporaciones cerradas por ejecutar y salidas que acometer se espera que los últimos días de la ventana de traspasos sean frenéticos en las oficinas del Nou Estadi.
Después de unas semanas de análisis teórico y práctico de la plantilla grana Toni Seligrat presentó a la dirección sus peticiones de refuerzos. Pidió concentrar esfuerzos en el medio del campo y el eje de la zaga. El club reaccionó incorporando a Fran Miranda, «el mejor pivote defensivo de la Segunda B», tal y como alabó el técnico valenciano en rueda de prensa, y a Ribelles, el futbolista con más recuperaciones de la categoría esta temporada. La mala suerte hizo que el jugador se lesionara nada más llegar a Tarragona. Una fractura del quinto metacarpiano del pie izquierdo que le tendrá varias semanas en el dique seco. Solo faltaba completar esos refuerzos con un central y Fran Carbia si conseguían que uno de los futbolistas de la parcela ofensiva con los que no cuenta el cuerpo técnico (Giner, Lolo Plá y Habran) salían.
Hasta el domingo antes del partido contra el FC Barcelona B estos movimientos eran los únicos que estaban previstos en la hoja de ruta del mercado de invierno. Tras los incidentes en la previa del encuentro ante el filial barcelonista, que acabó con Petcoff y Viti expulsados del Nou Estadi, la cosa ha cambiado. Ambos tienen muchos números de abandonar la disciplina grana de manera inminente. Su ‘despido’ podría producirse hoy mismo.
A nivel práctico, la situación con los dos centrocampistas ha dejado al entrenador del Nàstic con un único mediocentro organizador, Javi Márquez. La baja del ex del Espanyol ante el Barça B por problemas físicos obligó a Seligrat a jugar con dos mediocentros de perfil defensivo (Goldar y Miranda). Un hecho puntual que funcionó por las características del rival y el guión previsto de partido. Sin embargo, el valenciano quiere tener una alternativa al capitán para cubrirse las espaldas para cuando el planteamiento requiera un futbolista algo más creativo.
En defensa, la irrupción de Pol Domingo ha rebajado el nivel de urgencia para encontrar un central. La marcha de Perone ha dejado un hueco que el técnico quiere aprovechar para reforzar la zaga. Sobre todo ahora que ha conseguido disipar la fragilidad que acompañaba al equipo desde el inicio de curso. La secretaría técnica se esfuerza por encontrar un defensa de garantías en un mercado que no suele ofrecer grandes oportunidades. Por el momento, pese al empeño de la dirección deportiva no ha acabado de encontrar el perfil adecuado.
Salidas
Si el capítulo de llegadas se ha complicado, el de salidas sigue en el mismo punto. Lolo Plá, Giner y Habran saben que tienen las puertas abiertas para marcharse, aunque todavía no han encontrado una alternativa satisfactoria. Una situación que puede cambiar en cualquier momento por los fluidos del mercado invernal. Una operación en la otra punta del país puede desembocar en una cadena de movimientos de resolución incierta.
Mientras eso no ocurre, Fran Carbia sigue esperando. un jugador que sin haber firmado, pese a tenerlo todo hablado, ya se ha llevado las alabanzas del entrenador grana, está a la espera de que se produzca una salida en la parcela ofensiva para vestir la camiseta que siempre soñó con portar. Un tipo de Tarragona, comprometido con la ciudad y que ni su paso por Reus ha hecho perder ni un ápice la estima por el Nàstic. Espera en Ibiza a que se desencalle todo y poder regresar a casa.