Insuficiente. Si el Nàstic de Tarragona quiere aspirar a subir a Segunda A, necesita un par de marchas más. No es que jugase mal ni tampoco que cometiese errores graves, pero este equipo necesita demostrar que es uno de los gigantes del grupo segundo de la Primera RFEF. No valen adaptaciones, lo que marca la vida de los equipos son las victorias, y ante el filial del Athletic Club se escapó una que no estaba en la hoja de ruta.
No esperó ni un segundo Iñaki Alonso para utilizar a Pablo Fernández de inicio. Se acabó la sanción y volvió el 17 al verde, y como titular. Lo que ofrece el ex del Cornellà es impagable para cualquier entrenador. Pelea, criterio, ayudas constantes a los compañeros y un sentido del juego colectivo que pocos puntas de la categoría poseen. Guillermo y el recuperado Lupu debieron esperar su oportunidad desde el banquillo. También fue novedad Nil Jiménez en el lateral izquierdo. Joan Oriol no pudo superar durante la semana esas molestias que le impidieron ser titular la semana pasada, y el joven zurdo le cogió el relevo.
Poco disfrutó el público durante el primer acto. Ambos equipos protagonizaron unos 45 minutos iniciales bastante espesos, únicamente mejorados por una buena ocasión de Josema a los tres minutos de juego y un final de acto con un leve incremento de intensidad y algunas llegadas, sin excesivo peligro, a ambas porterías. La de Josema no fue excesivamente clara, pero fue peligrosa. Su testarazo, tras un gran centro de Aarón Rey, se perdió cerca de la escuadra izquierda de Izpizua.
Espabiló el Nàstic a partir del 35’, cuando Manu García pidió el cambio por lesión. Parra entró por él y, aunque no tuvo incidencia en el juego, el equipo se activó. Primero, fue el visitante Goti quien lo intentó desde lejos, aunque su trallazo se marchó rozando el palo. Marc Fernández, a dos minutos del final, estuvo a punto de sorprender a Izpizua tras una gran carrera, pero no pudo aprovechar el pase largo que le dibujó Montes. La inercia llevó al Nàstic a poner en apuros a los rivales, pero el marcador nunca se movió.
Entran Joan Oriol y Montalvo
No esperó el técnico local a la hora de hacer cambios. Dejó en el vestuario en el descanso a Gorostidi y a Nil y dio entrada a Montalvo y a Joan Oriol. Doble cambio de pieza por pieza, pero con otro aire. Con Oriol, se ganaba en fortaleza en un carril izquierdo de la retaguardia que no se veía seguro y, con el ingreso de Montalvo, el medio campo sumaba criterio.
Fue prácticamente un monólogo grana en la segunda mitad. Los de Alonso atacaban y atacaban, casi siempre sin llegar claramente a la meta rival, pero con una sensación de peligro que les acercaba al gol. Menos se acercaban los visitantes, pero cuando lo hacían, como en el 61’ con el disparo de Ares, ponían en problemas a un Parra que no se amilanó en ningún momento y que volvió a demostrar seguridad bajo palos. La penúltima bala de Iñaki Alonso fue la entrada de Lupu, en el 68’. Con él, el equipo pasó a jugar con dos puntas, ya que el partido así lo requería. Había que arriesgar, y Alonso lo hizo retirando a Pedro y dando entrada al punta hispano-rumano.
Marc Fernández la tuvo en dos ocasiones, en el 68 y en el 71, pero sendos tiros se marcharon desviados. El gol se acercaba, pero las intenciones debían convertirse en realidades si el Nàstic quería acabar la jornada muy cerca de la zona noble. Lupu se confirtió en el hombre más activo arriba, hasta que, en el 73’, cayó al suelo con violencia tras un choque con un rival, un Mendibe que tuvo que ser asistido y salió con camilla del campo, siendo sustituido por Sillero. Lupu pudo seguir tras unos minutos valorando su situación fuera del verde, pero nada cambió hasta el final.
El Nàstic estuvo durante el césped ese tiempo con un hombre menos tras el golpe de Lupu y sin posibilidad de realizar más cambios
Nàstic. Manu (Parra, 35’); Pol D., Quintanilla, Josema, Nil (J. Oriol, 46’); Gorostidi (Montalvo, 46’), Montes; Marc F., Pedro (Lupu, 67’), Rey; y Pablo (Álvarez, 76’).
Bilbao ath. Izpizua; Rincón, Trespalacios, Mendibe (Sillero, 81’), Chasco (Oier, 87’); Rego, Unai; Goti (Bilbao, 77’), Genebarrena, Ares (Cabo, 87’); e Izeta.
Goles. No hubo.
Árbitro. Muñoz Piedra (Madrileño). Amarillas a J. Oriol, Rey; y a Ares, Rego y Rincón.
4.336 espectadores en el Nou Estadi. Un minuto de silencio en memoria de Gerard Escoda.