A la afición del FC Barcelona le costará volver a digerir su enésima decepción en la Champions League. Por segundo año consecutivo el conjunto azulgrana no supera la fase de grupos y se ve abocado a disputar la Europa League, esa competición que ni siquiera alzando el trofeo logras alcanzar las ganancias económicas que se obtienen tras alcanzar los octavos de final. La derrota ante el Bayern en el Camp Nou (0-3) fue una tortura que se había iniciado unas horas antes con la victoria del Inter de Milán frente al Viktoria Plzen (4-0). Con ese resultado los culers saltaron al cesped ya eliminados. Mané, Choupo-Moting y Pavard hurgaron en la herida y volvieron a demostrar que el Barça de Xavi está lejos de poder competir con los grandes del continente.
El exfutbolista de Vila-rodona Ramón María Calderé, jugador del primer equipo del FC Barcelona entre 1983 y 1988, era de los pocos que confiaba en que se diera el milagro y que el equipo pudiera meterse en los octavos de final de la Champions: «Pensaba que el Inter iba a tener uno de esos partidos en los que tienes ocasiones pero entre los palos y el portero no fuera capaz de marcar un gol. Pasó, pero solo durante 30 minutos. Tras el 1-0, el Plzen se derrumbó». Tampoco el Barça estuvo a la altura ante el Bayern de Munich, su bestia negra en esta competición. «Emocionalmente ya estaban tocados», admite el exazulgrana, aunque con un toque de sincera crítica: «Mira, en mi época no teníamos tanta calidad técnica, pero fuimos campeones de liga en 1984 -diez años después de la última que ganó Johan Cruyff como jugador- porque teníamos carácter, intensidad, regularidad, ritmo y las ideas claras. Echo en falta todo esto en el Barça actual».
Calderé señala al Dembélé como ejemplo de la actual realidad: «No puedo con él. Es un futbolista con unas condiciones físicas extraordinarias, pero es irregular y no entiende el juego. Soy de los que confía en Xavi Hernández, pero admito que no comparto su decisión de quedarse con el extremo francés en verano». Y más si «era preferible gastarse parte del dinero de la renovación en reforzar el lateral derecho». El que fuera internacional con la selección española cree que en el vestuario culer falta «un Puyol, un Bakero o un Pep Guardiola jugador». Ese capitán que marca terreno y que enciende la chispa de la agresividad e intensidad en el campo.
«El Bayern salió agresivo, con entradas duras para ganarse el respeto y eso el Barça no sabe hacerlo. Tiene un plantillón, pero le falta esa mentalidad para hacerse respetar ante los grandes equipos». Eso también pasa por entender el juego de una manera más flexible. «Hay momentos que el partido requiere menos posesión y saber aguantar defensivamente para salir al contragolpe o con ataques rápidos. No pasa nada por hacerlo», asegura.
Optimismo
A pesar de todo, Ramón María Calderé confía en que pueda acabar siendo una buena temporada. Y eso solo pasa por ganar la Liga y la Europa League. «El Barça está obligado a ganar las dos competiciones. No hay más», sentenciaba el exjugador azulgrana que está convencido de que pasará.